Por: Redacción/

Grupos diversos de mujeres –integrantes de la Red Feminismos, Cultura y Poder– recurren a la cultura como vehículo para transformar sus realidades y las de otras, en una apuesta a la construcción de genealogías propias desde sus voces, experiencias, dignidad y desde sus luchas con su propia fuerza y creatividad.

La Red nació por iniciativa de académicas, artistas, militantes y comprometidas con la vida de las mujeres y la producción de conocimiento que convergen en el campo de estudios culturales sobre las articulaciones con la política, siempre desde una perspectiva feminista.

En el Primer Coloquio de la Red, celebrado en la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la doctora Julia Alejandra Antivilo Peña mencionó que inició su artivismo –término emanado de la simbiosis entre producción artística y conciencia política ligada a los diferentes asuntos– desde una militancia autónoma y trabajando con el colectivo Las Florindas, del cual surgió una red latinoamericana desde 1998 hasta 2004.

Si bien este colectivo recurría al performance en sus apariciones públicas, no tenía un perfil propiamente artístico, sino sólo se manifestaba como un grupo independiente, dijo la artista e investigadora chilena.

En 2004 fue fundado el colectivo Malignas Influencias, con un rasgo de arte integrado por fotógrafas, escultoras, bailarinas y académicas; su nombre nació gracias a una historiadora que estudiaba sobre asesinas decimonónicas y uno de sus relatos se refirió a las “malignas influencias del feminismo”.

Desde ese espacio, la doctora en estudios culturales latinoamericanos participó en el ensayo ilustrado El cinturón de castidad como prótesis de la mentalidad en las mujeres, que narraba el antes y el después de la colonización en la región, recorriendo la historia de la mente y del cuerpo femenino para encontrar una meta línea en la figura del cinturón de castidad en la cual se traslada lo genital a la mentalidad.

El cinturón de castidad es un instrumento de tortura, violación y restricción de la sexualidad, pero también del autoplacer de las mujeres. El performance se presentó en el Museo Histórico Nacional de Santiago de Chile recorriendo todo el inmueble e interactuando con el público. Sus trabajos de investigación son aplicados a estas representaciones, guiados por los principios de no violencia y placer como un derecho.

Otra acción relevante de Malignas Influencias fue su presentación en un encuentro de performance en Buenos Aires, Argentina, al que llegaron pidiendo aventón desde Santiago de Chile, como una forma de estudiar la violencia en espacios públicos y abiertos; para ello fueron preparadas con artefactos de defensa como un corpiño que da toques eléctricos y una cámara de video para dejar testimonio en caso de algún signo de intimidación.

En 2011 conformaron el Colectivo Rita Lazo para apoyar a estudiantes del nivel medio superior, que han sido protagonistas de movilizaciones sociales contra el régimen chileno a través de marchas y huelgas de hambre.

Algunas de sus acciones fueron juntar recursos para apoyar a las alumnas que custodiaban la toma de sus liceos; amadrinaron el Liceo Experimental Artístico que desde 2010 se encontraba en condiciones terribles debido al terremoto de ese año y ofrecieron cursos y talleres sobre defensa personal, conversatorios y reflexiones feministas, y participaron en manifestaciones con performances.

En 2013 organizaron el espectáculo Muera la ley para recordar los 40 años del golpe de Estado en Chile y para manifestarse contra dos leyes que se acababan de aprobar, una para prohibir la movilización social y otra que privatizaba la explotación pesquera del país, y al terminar su actuación fueron reprimidas con gas lacrimógeno y violencia física.

En México Antivilo Peña ha colaborado en colectivos que crearon los talleres de Arte y Género y de Arte y Activismo Feminista, que han reflexionado acerca de la maternidad a través de encuestas en las que utilizaron las redes sociales para que todas las mujeres que quisieran completaran la frase “una maternidad secuestrada es…”.