• La ingeniera Martha Patricia Cuautle Flores hizo un llamado a promover la ciencia entre los más jóvenes, en el ciclo de conferencias Lunes en la ciencia de la UAM.

Por: Redacción/

Un científico en su laboratorio no es sólo un técnico: es también un niño colocado ante fenómenos naturales que le impresionan como un cuento de hadas, con estas palabras de Marie Curie la ingeniera Martha Patricia Cuautle Flores hizo un llamado a promover la ciencia entre los más jóvenes.

En el ciclo de conferencias Lunes en la ciencia, organizado por la Coordinación de Extensión Universitaria de la Unidad Iztapalapa, señaló que aun cuando a lo largo de la historia se han hecho muchas clasificaciones y “hemos escuchado que esta actividad es sólo para unos cuantos, la realidad es que también podemos acceder a ella en la vida cotidiana”.

El pensamiento científico está al alcance de todos, “muchas veces pensamos que el conocimiento es sólo para un grupo o para investigadores con ciertos niveles académicos en laboratorios especiales, pero no es así, lo podemos obtener todos, desde niños, jóvenes y adultos”.

Para ello es necesario estar atentos y echar mano del método científico, siguiendo una serie de pasos para obtener sabiduría, partiendo de la observación y la curiosidad, con el fin de “conocer qué es lo que nos rodea y lo que está pasando”.

Además, es necesaria una búsqueda de información sobre los términos que ya fueron estudiados, la experimentación, el análisis y la formulación de hipótesis, que pueden aprenderse y estudiarse con el apoyo de herramientas tecnológicas.

Durante la charla Laboratorios virtuales la principal herramienta para estimular la ciencia, la docente de la Universidad Abierta y a Distancia de México (UNADM) compartió su experiencia en el uso de estos espacios en los métodos de enseñanza.

“Como docente en una universidad a distancia me di cuenta de que existía una separación entre la teoría y la práctica, pero con el uso de simuladores y laboratorios virtuales podemos experimentar en entornos controlados y obtener respuestas cercanas a la realidad”.

Se trata de simulaciones de la realidad que se basan en patrones científicos, con la ventaja de ser accesibles y económicos, pues pueden usarse desde cualquier computadora, en cualquier horario y las veces que el usuario lo desee.

Para la académica otra de las ventajas es la seguridad, pues en los laboratorios escolares se llevan a cabo algunos procedimientos y reacciones que pueden ser peligrosas, pero con esta modalidad se tiene acceso a dichas técnicas sin el riesgo presencial.

“Una de las partes más importantes es la interactividad, ya que estos laboratorios nos permiten una interacción pedagógica y la construcción de conocimiento. Podemos hacer una, dos o tres veces el proceso, lo que también nos ayuda ser capaces de manejar el equipo en forma virtual”.

Plataformas como PhET de la Universidad de Colorado en Boulder, ChemVLab Biomodel, ChemColective, VLabQ, ACS Chemistry for life, Olabs y Tecnm –muchas de ellas gratuitas y disponibles en diversos idiomas– pueden usarse no sólo con los alumnos de nivel universitario, sino también en la educación inicial.

Cuautle Flores agregó que puede accederse a prácticas en los campos de la física, la química, las matemáticas y la biología, entre otros, haciendo uso de pipetas, equipo de medición y térmicos, buretas, reactores, matraces, colorímetros y tubos de ensayo.

En estas estancias puede conocerse desde la tabla periódica, las reacciones químicas y la estructura atómica, la decantación y la transferencia, con una guía teórica, videos y animaciones explicativas, materiales de consulta y otros recursos.

 

Por ello, propuso a los docentes promover la ciencia entre los estudiantes, por lo que “debemos invitar a las nuevas generaciones para que se integren, sigan formándose y así crear futuros científicos. Al enseñar ciencia lo más importante es tener pasión por lo que se hace, inculcar a los niños y jóvenes esa curiosidad por las cosas, por aprender y preguntar siempre”.