Por: Javier Bárcenas

El Partido de la Revolución Democrática en la Cámara de Diputados, convocó al Gobierno de la República a ser más proactivo, enérgico y agresivo en la defensa de los trabajadores mexicanos en la Unión Americana, asumir una política más clara, no de medias tintas, ni cuidados excesivos como lo ha hecho la canciller Claudia Ruíz Massieu frente a Donald Trump.

Así lo señaló Jesús Zambrano Grijalva, Vicecoordinador del PRD quien subrayó a su vez que será necesario reforzar el Programa “Diputada Amiga, Diputado Amigo” que se pondrá en marcha ante la próxima temporada vacacional de fiestas navideñas.

“Ante la inminencia de que inicie el flujo vacacional en mes y prácticamente a 67 días de que Trump asuma; el riesgo de las deportaciones masivas aumenta” indicó.

Debemos estar atentos los diputados, a que los paisanos en su ingreso no sean sujetos de extorsiones como ha venido siendo por parte de autoridades migratorias, de policías federales, y autoridades de todo tipo, y que el gobierno mexicano de todas las facilidades para que quienes ingresen con pretensiones vacacionales, no sean violados en sus derechos.

“Que sepan que están siendo bien recibidos por nuestro país, por sus amigos, por sus familiares, y no vayamos a agregar un agravio más del que ya hoy están siendo sujetos por la amenaza misma (de Trump)”.

Zambrano Grijalva señaló que “el tema no es menor. El anuncio refrendado como una promesa de campaña –aunque sea en forma parcial- pero de hasta tres millones de mexicanos que deportaría, no es peccata minuta.

“Por ello, también reitero mi exigencia de que el Gobierno de la República precise, aclare los alcances de los anuncios que hizo en la reunión de trabajo de las diversas secretarías que dijeron que estaban preparándose con el sector empresarial, para enfrentar esta nueva circunstancia”, manifestó.

Consideró que el anuncio dado el viernes pasado con el Consejo Coordinador Empresarial es una medida preventiva, y es importante; pero sobre todo –concretó- el Gobierno mexicano debiera aplicar una posición muy clara, tajante ante el próximo mandatario estadounidense de que deben respetarse los derechos de los mexicanos que trabajan en esa nación.

“No son personas ilegales, no son delincuentes. Van a aportar lo mejor de su esfuerzo para la grandeza de aquel país, para ganarse un ingreso legal y legítimamente, y que puedan –al mismo tiempo- ayudar a las familias mexicanas que se quedan de este lado de la frontera”, concluyó.