Por: Montserrat Sánchez Maldonado/Vicente Flores Hernández

En el ciclo de conferencias “Los problemas nacionales y el derecho” organizado por el Colegio Nacional, se trató el tema de las desapariciones forzadas en México y sus causas desde la perspectiva de las leyes, bajo la moderación del ministro de la Suprema Corte de Justicia, José Ramón Cossío, quien cuestionó de la falta de derecho que hay en el país mexicano.

p.2015.10.14.desaparicionInició la ponencia Santiago Corcuera, académico e integrante del Comité contra Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Él hizo un recuento de los casos más importante en materia de desaparición de personas a partir del sexenio de Felipe Calderón en 2006 a la fecha.

Santiago Corcuera en lugar de  basarse en los 2600 casos de personas desaparecidas en México, prefirió multiplicarlo por los litros de sangre que son derramados por ellos. Invitó a la clase política a que termine con la negación del problema y tomará medidas para apoyar a las víctimas que viven en la situación de haber perdido a alguno de sus familiares.

“Porque para poder solucionar el problema hay que reconocer los mecanismos de diagnóstico  y encargarse de dar una opinión acerca de los padecimientos que sufre el país ” dijo Corcuera, sin embargo, mencionó que el gobierno mexicano pretende que la opinión de las comisiones de Derechos Humanos favorecen a intereses políticos.

El académico mencionó que los organismos internacionales han emitido recomendaciones y diagnósticos sobre la situación de seguridad del país. Recalcó la frase del Alto Comisionado para las Naciones Unidas, Zeid Ra’ad Al Hussein, que incluyó en su comunicado sobre su visita a México “no le dispares al mensajero” con la cual invitó a la clase política a que tome las medidas para mejorar la situación, que incidiría en un aumento de la inversión en el país.

“Balacear al mensajero no es lo mejor”

Por su parte, Juan Carlos Gutiérrez Contreras, consultor para el impulso de la Reforma Constitucional en Derechos Humanos en la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas, director Regional de la Oficina de Mesoamérica del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL), declaró que para el mexicano ya es costumbre ir por la calle y ver un letrero en donde se busque un hijo, un hermano, un amigo, un esposo.

“Se debería de cerrar los ojos por un momento y pensar: ¿Qué quisiera que hiciera la gente si ve la foto de mi hijo desaparecido?” cuestionó.  México tiene un gran problema, una crisis en derechos humanos que se refleja con esta conducta de la humanidad, y sólo se podrá solucionar si se reconoce, si el Gobierno deja de llamarlas personas no localizadas, porque a mí me resulta increíble que un país entero no sepa cuántas personas le hacen falta”, expresó en su participación Gutiérrez Contreras.

Para el abogado, resulta sorprendente, que familiares de las víctimas, tengan que rogarle a las autoridades que busquen a sus desaparecidos, pues de acuerdo con estadísticas de la CEJIL, en el Ministerio Público (MP), un policía termina manejando de cinco a seis casos al mismo tiempo, lo cual resulta imposible para realizar un buen trabajo.

“Es una fortuna que el caso sea atendido por la Procuraduría General de la República (PGR), ya que el 99% de los casos queda a responsabilidad de los estados, y esto origina a que las personas tengan que tomar iniciativa, por ejemplo, destacó el grupo de Los Otros Desaparecidos de Guerrero, del cual se han hallado 104 cadáveres en fosas clandestinas, sin embargo, las personas al pedirle ayuda a la autoridad, fueron amenazados de poderlos procesar bajo los cargos de alterar la escena, eso es a lo que llamo negligencia absoluta”, argumentó en cuanto al contexto del estado de Guerrero.

Para concluir, Gutiérrez Contreras, declaró que “el ejemplo más reciente recae en el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en donde se debe analizar desde el contexto, no es un caso aislado, ya que las desapariciones forzadas tienen antecedente desde la Guerra Sucia, pero para poder solucionarlo, se debe de iniciar por reconocer que existe el crimen, saber la diferencia entre este acto con el secuestro, ya que en la desaparición forzada, participan agentes del Estado”.