Por: Carolina Carrasco y Oswaldo Rojas

Han pasado 17 mil 155 días desde los trágicos sucesos que marcaron el ideario estudiantil del país. En la plaza de Tlateloco, meca de los simpatizantes con el movimiento estudiantil del 68, los estudiantes  empiezan a conglomerarse.

La gente se ve dejando llegar de a poco, representando a sus escuelas, algunos más congregados solo en memoria de los desaparecidos, otros buscando la revuelta o tan solo un espacio para gritar la inconformidad.

Hay un escenario donde tocan jazz, frente a los interpretes pintan en el suelo siluetas humanas, en el suelo donde alguna vez el presidente Gustavo Díaz Ordaz, a solo un par de horas de los sucesos, dijo que apenas habían sido 26 los muertos, mil 43 personas detenidas y 100 heridos.

Hoy en día nada recuerda fielmente lo que las fotografías y pocos vídeos existentes muestran a los jovenes asistentes: Hay vendimia de todo, desde comida, dulces y cigarros, paliacates, gorras y playeras con la estrella roja o con la cara del che.

Como es tradición el comité del 68 comienza a prepararse para la marcha, se ponen playeras blancas estampadas con leyendas  en rojo como “Fue el Estado”, además de otras con una lista de sucesos que en su momento vulneraron a la sociedad: el 68, el halconazo, Ayotzinapa, etc.

Una pareja discute la posibilidad de comprar un departamento en la zona:  “Ha de valer mucho por lo histórico ¿no?” comenta el varón.

Una vez más esta plaza esta llenándose de gente de edades, profesiones e ideologias diferentes. Se suman a un acto con el que sienten un compromiso heredado. Algunos han traído a sus bebes, los vuelven parte de una “lucha” que a ellos les tocara con todavía menor participación.

Al pie del monumento conmemorativo pusieron una tradicional ofrenda de muertos, y en lugar de algún santo católico se colocó la imagen de un dios prehispánico rodeado de fruta, velas y copal.

Mientras alagunas de las danzantas ofrecen comida y agua a los asistentes un grupo de anarquistas se droga en una esquina de la plaza.

Finalmente empiezan  a llegar los grandes contingentes: Prepa 7,  La Facultad de ciencias políticas y algunos del politécnico.

Una vez reunidas las escuelas partirán al zócalo capitalino.

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