• El egresado de la Unidad Cuajimalpa señaló que el objetivo final es adquirir un producto adhesivo libre de compuestos fósiles que sea usado en diversos tipos de industria.

Por: Redacción/

Gustavo Zamudio Cortés, egresado de la Licenciatura en Ingeniería Biológica de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), logró el primer lugar –en la categoría de cartel– en el X Congreso de Biotecnología y Bioingeniería del Sureste por su trabajo Evaluación de cepas de Esterichia coli modificadas genéticamente para producir proteína adhesiva MRCP-19K del percebe Megabalanus rosa.

La Sociedad Mexicana de Biotecnología y Bioingeniería (SMBB), delegación Yucatán, otorgó dicho reconocimiento durante el X congreso que tuvo lugar del 19 al 21 de febrero por medios electrónicos y el cual fue signado por los doctores José Efraín Ramírez Benítez y Juan Sandoval Gio, presidente del comité científico y presidente de la SMBB, en ese orden.

El cartel del ingeniero Zamudio Cortés presenta de manera sintética el trabajo terminal realizado en la Unidad Cuajimalpa de la UAM para titularse como Ingeniero biólogo, bajo la asesoría de la doctora Andrea Sabido Ramos, investigadora del Departamento de Procesos y Tecnología de la misma sede universitaria.

La investigación responde al interés por la obtención de adhesivos biológicos, dado que los convencionales son sintetizados por procesos químicos basados en compuestos tóxicos derivados de fuentes no renovables como el petróleo y se sabe que la contaminación asociada con la quema de este combustible ha causado implicaciones negativas en el medio ambiente.

Por lo anterior ha surgido gran interés en los pegamentos de origen biológico y ese es el caso de los percebes, crustáceos que crecen sobre las rocas de las playas y que permanecen inmóviles y fijados durante toda su vida.

El trabajo “busca identificar nuevas propiedades de bacterias que expresan proteínas recombinantes adhesivas de crustáceos, como el percebe Megabalanus rosa”, con el fin de solucionar “una problemática muy grande que es la utilización de compuestos provenientes de medios fósiles, entre ellos el petróleo, que es muy contaminante” y que de manera cotidiana “vemos en productos instantáneos (kola loka) empleados en la construcción y la industria médica, entre otros servicios, los cuales tienen moléculas que pueden afectar la salud a mediano o largo plazo.

“Nos encontramos en una etapa muy incipiente y estamos evaluando si la proteína MRCP-19K del percebe expresada en bacterias recombinantes tiene las propiedades adherentes de su especie original”.

Estos crustáceos –explicó Zamudio Cortés– excretan un conjunto de proteínas cemento por medio de las cuales se unen a superficies y la expresión de éstas de manera recombinante en Escherichia coli resulta una estrategia viable para su potencial producción.

Con cepas de esa bacteria modificadas genéticamente “empezamos a buscar estas propiedades y si se ligaban o no a ciertas superficies, qué tipos de medios prefieren para crecer, entre otras características”.

Hasta ahora se ha examinado que con la proteína adhesiva estas bacterias pueden pegarse a superficie de vidrio, pero “nos encontramos en una etapa muy temprana porque esto apenas lo estamos comprobando, por lo que es un proyecto al que le falta mucho camino por recorrer”.

En su cartel expone que en estudios previos se han estimado las propiedades de la proteína MRCP-19K que es obtenida del percebe Megabalanus rosa, mientras que en su trabajo se expresó el gen que la codifica en la membrana externa de las células, a través de un sistema denominado de secreción Ag43 que permite la translocación para conferir características de contacto a las cepas recombinantes.

Para comprobar la presencia de dicha proteína en la membrana externa de las células se realizó un gel desnaturalizante de proteínas (SDS-PAGE) y después se efectuaron pruebas cualitativas de formación de biofilms en superficies de vidrio con el fin de identificar un fenotipo de adhesión. Como resultados fueron identificadas las proteínas de membrana externa junto con la MRCP-19K en las cepas recombinantes.

Además se observó que “las cepas que expresan la proteína adhesiva forman agrupaciones bien definidas y de mayor tamaño sobre una superficie de vidrio, con lo que se comprueba que aquéllas codificadas con la proteína MRCP-19K presentan una mayor adsorción a esta clase de cubiertas”.

El egresado de la Unidad Cuajimalpa señaló que el objetivo final es adquirir un producto adhesivo libre de compuestos fósiles que sea usado en diversos tipos de industria y, por otro lado, ver si estas bacterias tienen alguna ventaja en crear esta proteína y destinarla al rubro biotecnológico.

La doctora Sabido Ramos dijo que más allá de las posibles aplicaciones del proyecto, otro objetivo es formar recursos humanos, porque son indagaciones que inician como estudios de ciencia básica “y apenas estamos llegando al primer escalón de una gran escalera”.

Un distintivo del trabajo es que “primero evaluamos la bacteria y determinamos –como comprobó el egresado– que en efecto ésta pudo fijarse al vidrio; por tanto, todos nos imaginamos un producto en anaqueles, pero lo importante es generar recursos humanos y conocimiento”.