• Los recientes despidos y los acomodos en las visitadurías tienen su visto bueno. Es la mano detrás del trono de la CNDH.

Por: Israel Mendoza Pérez-@imendozape/

El poder metalegal del secretario Ejecutivo de la CNDH, Francisco Estrada Correa, se debe a la colocación de incondicionales a su grupo político en áreas como la Primera Visitaduría, en la dirección general de recursos humanos y administración y finanzas. Es decir, él tiene poder político y económico dentro de la comisión.

Las denuncias internas de trabajadores acerca de la creación de un grupo compacto alrededor de Estrada Correa tienen su principal base en la Primera Visitaduría y de ahí se acomoda en otras oficinas en las que tiene control e influencia.

Paolo Guiseppe Martínez Ruíz, director de la Primera Visitaduría, carece de experiencia en temas de derechos humanos, pero sabe que la visitaduría es dominio de Estrada Correa y las decisiones que tome encima son atendidas. Él se hace a un lado. Pero una constante es que la mayoría de los funcionarios reclutados por el abogado ya no tienen perfil idóneo y erosionaron el servicio civil de carrera en la comisión.

La principal operadora de Estrada Correa en esta visitaduría es Bianca Trujillo Subías, el cargo de directora general de análisis le ayuda para colocar a las personas que son las que le sirven para mantener control sobre el personal y son a las que se les conoce como el “círculo machuchón” de la comisión.

De acuerdo, con una queja de trabajadores, Bianca Trujillo metió el hombro para que Frida Yenitzel López Rayón ocupe el cargo de visitador adjunto; sin embargo, su experiencia es nimia además tiene poco tiempo en que recibió su cédula profesional de la licenciatura de derecho.

Otra persona que es de los que tienen el encargo de “halcones” de Francisco Estrada es Andrea Apango Mejía, ella al estar en el área de enlace administrativo de la Primera Visitaduría le da la oportunidad de tener al tanto a su jefe de grupo y controlar la agenda. De acuerdo con el Registro Nacional de Profesionistas de la SEP ella carece de título y una cédula profesional. Sin embargo, como opera a favor de Estrada no hay requisitos que se le exijan para estar en la CNDH.

Para tener personal incondicional a su cargo, la influencia de Francisco Estrada en el área de recursos humanos es enorme ya que Cecilia Velasco Aguirre es quien palomea a los recomendados que entran a formar parte del grupo de Estrada Correa. Y todo avalado por la coordinadora General de Administración y Finanzas Hilda López del Águila. Con ella se cierra la pinza del grupo en el que se encuentra Estrada como jefe de grupo.

El poder desmesurado de este grupo se debe a que la Ombudsman, Rosario Piedra delega en Francisco Estrada responsabilidades, conflictos internos y temas administrativos de la CNDH. Esta situación le permite a Estrada tener espacio de poder más allá de la esfera de su cargo público.

Los recientes despidos y los acomodos en las visitadurías tienen su visto bueno. Es la mano detrás del trono de la CNDH. Las quejas en su contra ya subieron de tono y lo que está en riesgo es la operatividad de la comisión, pero eso es lo que no le reporta a la ombudsman.