• La secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero o no le recordaron o tuvo el cuidado de que Cárdenas Solórzano no ve a Morena como un partido de izquierda y sus expresiones lo mantienen alejado de los grupos que en algún momento caminaron a su lado.

Por: Israel Mendoza Pérez-@imendozape/

Al legitimar la vocación democrática, de Cuauhtémoc Cárdenas y su impulso a las transiciones políticas en el país, la cuatroté en voz de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero rompió, al mismo tiempo, con sectores de la izquierda advenedizos al proyecto de transformación como el de la gobernadora electa en Campeche, Layda Sansores.

Incluso, una corriente dentro del PT, encabezado por el eterno dirigente Alberto Anaya, proveniente de exguerrilleros que buscaron acomodo para las elecciones del 6 de junio fueron desplazados por el ingeniero ya que ellos al igual que Sansores ven en Cárdenas Solórzano a una figura de confrontación y traición a la izquierda por no sumarse al entonces momento del cambio, impulsado por Vicente Fox.

Al ser investido como Doctor Honoris Causa, Cuauhtémoc Cárdenas, por parte del Instituto Nacional de Administración Pública, la secretaria de gobernación resaltó: “su batalla por los derechos de los mexicanos nos lleva a reconocer gran legado, su lucha en beneficio de personas más vulnerables es historia viva ingeniero que protegemos y proyectamos.”

En tanto, el ex tres veces candidato presidencial sostuvo que el país necesita la creación de un sistema nacional de planeación democrática; aunque a pesar de estar inmerso en una celebración respaldada por la cuatroté, no hizo ningún reconocimiento al movimiento político actual.

Y es que, a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero o no le recordaron o tuvo el cuidado de que Cárdenas Solórzano no ve a Morena como un partido de izquierda y sus expresiones lo mantienen alejado de los grupos que en algún momento caminaron a su lado, en la búsqueda de la transición democrática en el país.

De acuerdo con testimonios de los guerrilleros en el “año dos mil, cuando la izquierda se dividió y los demócratas le apostaron todo a la transición y a un gobierno de coalición, levantando la candidatura de Vicente Fox, el PT decidió apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas, que evidentemente no tenía tampoco oportunidad alguna de triunfo. Pero que, además, de la forma más egocéntrica y protagonista descalificó la invitación de Fox para integrar un gobierno conjunto, y condenó a quienes continuamos buscando el gobierno de coalición”.

En tanto, el pensamiento de Layda Sansores va en la misma narrativa ya que ella recuerda que con Vicente Fox y un grupo de gente de izquierda, el gobierno del cambio “incluían dos secretarías, varias subsecretarías y muchas otras responsabilidades. Se ofreció la Sedesol a Amalia García, y la Secretaría de Comunicaciones, a Alejandro Encinas. Yo iba a estar en una subsecretaría de Agricultura.

Pero fue Cuauhtémoc Cárdenas quien torpedeo el proyecto. No fue Fox. El acuerdo abría un camino para poner los acuerdos básicos por encima de las diferencias, y abría la puerta para un equilibrio político. En ese mismo bloque estaban Alfonso Durazo, Porfirio Muñoz Ledo, y muchos más. México perdió en esa ocasión la oportunidad de desmantelar al sistema político y avanzar en una transición efectiva”.