• En su intervención, Ernestina Godoy, titular de la FGJCDMX, reconoció los actos de agravio cometidos por el personal ministerial contra Paola Buenrostro y Kenya Cuevas.

Por: Redacción/

La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) ofreció una disculpa pública por las violaciones a los derechos humanos cometidos contra Paola Buenrostro y Kenya Cuevas. Esta acción corresponde al cumplimento de una de las medidas dictadas en la Recomendación 02/2019 por el transfeminicidio de Buenrostro.

En su intervención, Ernestina Godoy, titular de la FGJCDMX, reconoció los actos de agravio cometidos por el personal ministerial contra Paola Buenrostro y Kenya Cuevas, los cuales violentaron los derechos a la identidad de género, iguale y no discriminación, a la vida privada, personalidad jurídica y al libre desarrollo de la personalidad.

Tras el transfeminicidio de Paola Buenrostro, se incumplió con la responsabilidad de investigar con perspectiva de género y debida diligencia, hubo negligencia en la formulación de la imputación inicial y en el levantamiento de indicios, en la cadena de custodia, así como se mantuvo la negativa de reconocer a Kenya Cuevas como víctima indirecta y familia elegida de Paola.

La fiscal subrayó la existencia de discriminación y violencia institucional contra Cuevas, lo cual afectó su salud psicológica por el tratado indigno en la entrega del cuerpo de la víctima, en la obstaculización de entrega de pruebas y la negativa para brindarle medidas de protección, derivado de la libertad del presunto homicida.

“Paola fue víctima de un crimen de odio atroz, revictimizada por una actuación negligente, discriminatoria y carente de empatía del personal encargado de procurar justicia. Los encargados de investigar el transfeminicidio de Paola incurrieron en errores y negligencias que permitieron que el homicida quedara en libertad y , con ello, impidieron el acceso a la justicia a las víctimas y que se pusiera en peligro la vida de la única testigo”, apuntó Ernestina Godoy.

Asimismo, mencionó las fallas de las autoridades durante la investigación, las cuales provocaron la no vinculación del presunto culpable. Dentro de estas acciones, se encuentra la negativa de investigar estos hechos como crimen de odio, a brindar atención psicológica y el no reconocimiento de la identidad de género y la discriminación por ser trabajadoras sexuales.

“Ofrezco una disculpa pública a la memoria de Paola Buenrostro y a su familia, así como a Kenya Cuevas por las afectaciones a sus derechos humanos. Les debemos justicia, la detención y presentación del transfeminicida es nuestra responsabilidad y no descansaremos hasta el fin de la impunidad de este crimen de odio”, puntualizó Ernestina Godoy.

Como medidas de no repetición y de rehabilitación, la fiscalía capitalina gestionó la inscripción de Kenia Cuevas como víctima en el Registro de Víctimas de la Ciudad de México, emitió un acuerdo para la creación de la Unidad de Análisis y Contexto de Investigaciones de Delitos Sexuales y otros vinculados a la Identidad de Género, creó la Unidad Especializada de Investigación de Transfeminicidio.

También, informó la implementación de 3 mil 498 acciones de formación y capacitación del personal de la fiscalía entre enero de 2019 hasta le fecha. Actualmente, está en revisión el proyecto final del Protocolo de Actuación de delitos que involucren a personas de la comunidad LGBTTI+.

“Tenemos la obligación de proteger a las personas transgénero contra la intolerancia y discursos de odio que se materializan en agresiones. Los discursos de odio no deben prosperar, las autoridades debemos entender que la protección de derechos humanos no está a discusión de la sociedad”, agregó Ernestina Godoy.

Por su parte, Nashieli Ramírez Hernández, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM), externó que este acto de disculpa pública debe ser un llamado para que las familias destierren los estigmas y prejuicios que pueden afectar a las personas.

Para la ombudsperson capitalina, este acto fue un elemento fundamental para la verdad, justicia y memoria, así como es un reconocimiento de que las violaciones a los derechos humanos causaron un daño grave a las víctimas.

“Este reconocimiento debe contribuir a que las víctimas y la comunidad cercana a ellas, puedan vislumbrar un futuro con esperanza. Admitir que el transfeminicidio de Paola Buenrostro y la violencia institucional ejercida contra Kenya fue responsabilidad de la autoridad y no de las víctimas, es fundamental”, comentó Ramírez Hernández.

Asimismo, enfatizó la necesidad de nombrar este hecho como un transfeminicidio, ya que es importante para denunciar la invisibilización de los patrones de violencia extrema contra las mujeres trans.

“La decisión de investigar la muerte violenta de una persona como transfeminicidio no debe recaer en una valoración inicial sobre la existencia de odio. La vivencia de la víctima como una persona transgénero debe ser tomada en cuenta y activar los protocolos del feminicidio con las características propias”, manifestó Ramírez Hernández.

Kenya Cuevas recordó las fallas de las autoridades en las investigaciones y juicio de este caso, así como destacó que el caso de Paola Buenrostro fue reconocido como el primer transfeminicidio en México.

Por otro lado, integrantes de la sociedad civil y de dependencias gubernamentales reconocieron este acto como “hito en el reconocimiento de los derechos de las personas trans” y subrayaron la necesidad de atender violencia contra esta población, garantizar sus derechos, así como el acceso a la justicia.

Por ello, expresaron que la fiscalía debe cumplir con todos los puntos recomendatorios emitidos por la CDHCM e implementar las medias necesarias para evitar estos casos y prevenir la violencia contras las personas trans.

Por último, el diputado local, Temistocles Villanueva, presentará un paquete integral para el reconocimiento y tipificación del delito de transfeminicidio en la capital del país.