Por: Arnulfo Roque/

Elías asiste al colegio todos los días, como la mayoría de sus compañeros demuestra esfuerzo y dedicación, es un alumno promedio o al menos eso parece a primera vista, yo lo he conocido y tengo que decir que supera el promedio pues no solo es un buen estudiante sino que además busca superarse como persona y como ciudadano, no se conforma con lo que el panorama le presenta por lo que vislumbra siempre nuevas metas y se diseña un futuro mucho mejor a lo que la vida le ofrece.

Para Elías no hay espacio para el ocio pues los fines de semana trabaja y lo hace gustoso, se levanta muy temprano los sábados y disfruta de una labor nada sencilla limpiando corrales además de conseguir alimento para los animales, la misma labor la realiza los domingos manteniéndose ocupado durante todos los días evitando así caer en distracciones innecesarias las cuales desvían de su propósito con facilidad a los jóvenes de estos tiempos.

Pero lo que más ha llamado mi atención en las ocupaciones de este jovencito es el deporte que practica, pues en un país tan futbolero como México él decidió ser parte de una disciplina alternativa, distinta y que no demerita para nada; dicho sea de paso este deporte logra en sus practicantes una buena salud, diversión, entretenimiento y un cuerpo saludable y bien torneado. Es un deporte completo, que no requiere de grandes inversiones monetarias, aunque sí de tiempo y compromiso: se llama calistenia.

La calistenia se basa en ejercitarse solo con el peso mismo del deportista aunque también se hace uso de barras, escaleras y recursos que encuentras en cualquier parque o unidad deportiva. Esta disciplina no es para nada exclusiva pues la puede practicar cualquier persona, niños, adolescentes, adultos, chicas y cualquiera que esté dispuesto a trabajar duro y ver prontos resultados, eficaces y satisfactorios.

La semana pasada tuve la oportunidad de visitar la unidad deportiva Las Vegas, en Texcoco Estado de México para presenciar una competencia interna de este deporte y la verdad quedé encantado por la pasión que muestran los integrantes del club llamado “Lak Brothers”, pasión que nace desde el primer momento que ves las rutinas, los ejercicios, el ambiente saludable e incluyente.

Al finalizar la competencia todos quedaron felices pues los que no lograban avanzar sabían que tenían que seguir esforzándose y quienes ganaron se fijaron nuevas metas, y lo mejor de todo es que durante toda la competencia nadie pelea con nadie por el contrario se apoyan durante las rutinas y se aplauden los unos a los otros al concluir las mismas.

Elías practica este deporte y es un orgulloso representante de su club, el recuerda que antes de practicar la calistenia se la pasaba acostado todo el día pero ahora asiste temprano a la preparatoria, por las tardes se interna en la unidad deportiva para estar más de dos horas entrenando y conviviendo con otros jóvenes que como él han encontrado en esta actividad una buena oportunidad para alejarse de las cosas nada productivas pero sí muy destructivas.

Cuando veo alumnos como este chico me entusiasma saber que aún tenemos oportunidad de tener un mejor país en el futuro, con chicos que buscan ser mejores cada día, que estudian y lo hacen de manera correcta, que llegan temprano a la escuela, entregan trabajos, participan y son respetuosos con sus profesores, chicos que son productivos en la sociedad trabajando y alejándose de cualquier tipo de vicio, jóvenes que practican deportes ocupando su tiempo siempre de forma eficaz y efectiva.

En esta columna felicito a los padres de Elías por la buena educación que le han dado y por el apoyo que le brindan en sus proyectos personales, les agradezco por formar un estudiante que aun respeta autoridad y que además es responsable y de esos alumnos que nunca ocasionan problemas, les felicito y les digo, siéntanse orgullosos pues su trabajo como padres está rindiendo resultados.

Felicito al mismo Elías por ser un guerrero, por no conformarse, por buscar la superación personal, le agradezco porque además invita también a otros compañeros a practicar calistenia, porque además también me invitó a mí a dejar una vida sedentaria y regresar a mis tiempos de deportista, le agradezco porque también se dio a la tarea de diseñarme algunas rutinas para que yo sea parte de los ciudadanos deportistas.

Así mismo le digo a mis alumnos y a los chicos en general, que no se queden estáticos, el ocio es el peor compañero de la juventud, estudien, trabajen y practiquen algún deporte, sean integrales ahora en su juventud y crecerán con salud y mucha dignidad.

Fotografía: Roque Arnulfo

Fotografía: Roque Arnulfo