Por: Redacción

Tres de cada mil recién nacidos presentan pérdida auditiva discapacitante (Hipoacusia), por lo que es fundamental detectar a tiempo este padecimiento mediante el tamiz auditivo, a fin de aplicar el tratamiento que el paciente requiera, afirmó el doctor Salvador Castillo, adscrito al Departamento de Audiología y Foniatría del Hospital Infantil de México “Federico Gómez” (HIMFG).
A su vez, la Jefa del citado departamento, doctora Candy Sue Márquez Ávila, resaltó la trascendencia de la detección y diagnóstico oportunos de la hipoacusia, sobre todo en los primeros tres meses de vida, y la intervención temprana -antes de los primeros seis meses- a través de los tratamientos que requiera cada caso, así como la adaptación de auxiliares auditivos y terapias para lograr la comunicación efectiva.
En conferencia de prensa, explicó que en ciertos casos el uso de dichos auxiliares auditivos son insuficientes, pues el bebé tiene una pérdida del oído profunda y una pobre respuesta a estos aparatos, por lo que se requiere del implante coclear.
Este procedimiento es un dispositivo electrónico que sustituye las funciones de algunas células dañadas del oído interno, que envía señales eléctricas directamente al nervio auditivo (a diferencia de los auxiliares, que amplifican las señales acústicas).
Salvador Castillo destacó que la hipoacusia no es una condición que se perciba con facilidad, por lo que se debe practicar el tamiz auditivo, el cual es rápido, sencillo y permite saber si existe la probabilidad de que el neonato padezca algún problema.
El especialista en audiología explicó que cuando no se aplica este examen en los primeros días de vida, después de los 20 o 30 meses resulta difícil corregir el padecimiento.
La hipoacusia o pérdida auditiva puede ser superficial, media, severa o profunda, pero en todos sus grados afecta el desarrollo del lenguaje oral de los niños y, en los dos últimos casos, de no ser detectada a tiempo, puede significar que el niño no adquiera la lengua materna, con las graves consecuencias que esto implica en los ámbitos biológico, psicológico y social.
Explicó que el periodo más importante para la adquisición del lenguaje es durante los primeros 18 meses de vida, y cuando tiene problemas de sordera, después de esa edad empieza a disminuir el potencial para desarrollarlo y se incrementan las posibilidades de presentar secuelas.
Así, alrededor de los siete años de edad, el cerebro puede ser incapaz de adquirir esta habilidad y la comunicación oral no se puede llevar a cabo.
Desde 1985, subrayó, el Hospital Infantil de México inició el programa de Detección Temprana de Hipoacusia, que continúa practicándose en los recién nacidos, mientras que a nivel nacional comenzó en 2007 con el Programa de Tamiz Auditivo Neonatal e Intervención Temprana.
El HIMFG funge como centro de referencia nacional para la implantación coclear, de forma que desde el inicio del programa en 1999, ha llevado a cabo 181 de estos procedimientos y, a partir de 1996, aplicó 30 implantes de otro tipo de dispositivo denominado ósteointegrado.
El número de estos implantes ha aumentado en los últimos años gracias a que actualmente el Seguro Popular cubre los altos costos del aparato y de la cirugía.
La doctora Márquez afirmó que en la actualidad, el Departamento de Audiología y Foniatría del HIMFG realiza más de 300 pruebas de tamiz auditivo al año.