Por: Redacción/ 

El diputado David Bautista Rivera (Morena) planteó aplicar penas más severas a quien adultere, falsifique, comercialice o permita alteraciones a alimentos, bebidas con y sin alcohol, así como cualquier producto de consumo humano.

Propuso modificar el artículo 464 de la Ley General de Salud y el 320 del Código Penal Federal, a fin de incrementar los años de prisión, así como en la multa correspondiente a quienes cometan dichas faltas.

Por medio de un comunicado, indicó que se aplicaría esta sanción a quien adultere, falsifique, contamine, altere o permita la alteración, falsificación, contaminación de alimentos, bebidas no alcohólicas y alcohólicas o cualquier otra sustancia o producto de consumo humano.

Asimismo, a quien expenda, comercialice, venda, genere publicidad engañosa por medios de comunicación o de cualquier forma distribuya bebidas alcohólicas adulteradas, contaminadas o alteradas.

También se busca sancionar a quien induzca u obligue a consumir alcohol adulterado, con el fin de dañar su salud o generarle la muerte.

Bautista Rivera mencionó que en los últimos días la cantidad de muertos por intoxicación de alcohol adulterado escaló de manera alarmante, problema que aumentó por la emergencia sanitaria, debido a que se decretó “ley seca” parcial o total en 21 entidades federativas.

Señaló que dicha situación ha causado que los consumidores y vendedores busquen mecanismos para esquivar la restricción, con la venta ilegal por redes sociales y el comercio irregular, que a su vez genera un aumento de precios.

Señaló que en las últimas semanas, cerca de 150 personas han fallecido en México por el consumo de alcohol adulterado. Sin embargo, este problema no es nuevo, ni comenzó con la pandemia, sino que data de varios años atrás.

El legislador compartió que México se sitúa como el décimo país en consumo de alcohol per cápita en América Latina, según un informe publicado el 12 de mayo por la Organización Mundial de la Salud.

Se consumen al año más de 18 millones cajas de bebidas alcohólicas, de las que de acuerdo a la Cofepris y Profeco, el 45% son adulteradas. Se estima que en México se venden y sirven al año alrededor de 25 millones de litros de alcohol apócrifo, repartidos entre comercio informal, cantinas y restaurantes.