Por: Redacción/

La Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM adoptó cinco afloramientos rocosos de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel ubicados en un área aproximada de 1.2 hectáreas, los cuales son considerados como “laboratorios vivos” y se integrarán a las actividades de docencia e investigación.

Además de encargarse de su preservación, se promoverán visitas académicas, trabajos semestrales y proyectos de tesis sobre estos espacios, que forman parte de un ecosistema único.

Catalina Stern, directora de la FC, explicó la importancia de defender estos espacios de riqueza excepcional en Ciudad Universitaria, y resaltó que el programa de manejo de estas áreas fue estructurado por profesores de licenciaturas como Ciencias de la Tierra y Biología, y será coordinado por una comisión técnica conformada por académicos de la entidad e integrantes del Secretariado Ejecutivo de la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (SEREPSA).

La secretaria Ejecutiva de la Reserva, Silke Cram, confió en que el compromiso para cuidar este ecosistema haga eco en otras dependencias universitarias para entender su importancia, “pero también porque nos permite ver que somos parte de la naturaleza y el paisaje, y necesitamos reconocer que los requerimos para nuestro bienestar”.

Con ella coincidió el secretario de Investigación y Desarrollo de la Coordinación de la Investigación Científica, José Manuel Saniger, quien se pronunció porque todos los universitarios se conviertan en embajadores en defensa de la REPSA.

Única reserva ecológica urbana protegida por una universidad

Antes de la firma del Programa General para la Identificación, Rescate y Conservación de los Afloramientos Rocosos de la Facultad de Ciencias y sus Áreas de Amortiguamiento (por parte de la directora de la FC), el exsecretario de la REPSA e investigador del Instituto de Biología, Antonio Lot Helgueras, ofreció la conferencia “REPSA y archipiélago de pedregales”, en la que reiteró que éste es un entorno fundamental para la UNAM y para la Ciudad de México.

Es el único ecosistema natural en una zona urbana que existe dentro de las 20 megaciudades con más de 10 millones de habitantes, además de ser la única reserva ecológica urbana protegida por una universidad, en su campus, detalló.

“También presenta el índice de biodiversidad de especies por hectárea más alto, comparado con un ecosistema como el de selva húmeda en el país”.

Los diversos servicios ambientales que la REPSA brinda son: contrarresta la isla de calor en la ciudad, la contaminación y el ruido, y permite la recarga de los mantos freáticos, entre otros.