Por: Redacción/

De acuerdo con proyecciones de modelos matemáticos, el momento de tomar medidas más rigurosas para contener la propagación de la COVID-19 debe ser cuando en una ciudad se registren entre 400 y 500 casos, afirmó Gustavo Cruz Pacheco, del Instituto de Investigaciones en Matemáticas Aplicadas y en Sistemas (IIMAS) de la UNAM.

No tiene sentido comenzar medidas de cuarentena o de restricción en todo el país, porque el brote no ocurrirá al mismo tiempo. “Por ejemplo, en 2009, durante la crisis por influenza A, cuando en la Ciudad de México ya había pasado el brote, comenzó en otras urbes”, recordó el experto.

Por ello, consideró fundamental que las disposiciones se tomen escalonadamente y que inicien cuando sea necesario, no antes ni después, para que sean efectivas.

“Si comienzan desde antes y no se pueden mantener, se levantarían a destiempo y eso sería perjudicial, y si por el contrario, se espera demasiado, serían menos efectivas. Es una decisión delicada, porque no hay que adelantarse, pero tampoco pasarse”, recalcó durante su participación en el programa “La UNAM responde”, de TV UNAM.

Además, se debe considerar que el número de infectados es mayor al registrado, porque hay gente asintomática o con síntomas muy leves que nunca va a llegar a los servicios médicos, pero seguirá en circulación y propagando la infección.

Papel de las matemáticas

El papel de las matemáticas ante un fenómeno como el que enfrenta el mundo es intentar cuantificar y proporcionar estimaciones de lo que sucede, para tomar medidas con mayor precisión.

Un modelo matemático es una relación entre cantidades y tasas de variación. En el caso de este brote infeccioso, se usan ciertos parámetros epidemiológicos, como las tasas de contacto entre la gente y el tiempo que dura un individuo transmitiendo la infección.

El periodo infeccioso es un parámetro biológico que está dado por el propio virus y por el sistema inmunológico. En tanto, la tasa de contacto está determinada por el comportamiento de la gente, “y es ahí donde tratamos de incidir, para disminuirla; para eso sirven las medidas de distanciamiento”.

Estas últimas permitirán que el pico infeccioso que se origina como una subida exponencial no alcance una altura tan grande; es decir, que no sean tantos los casos que se registren y que no se tengan en un tiempo muy breve, porque eso saturaría los servicios de salud, advirtió Gustavo Cruz.

Los modelos matemáticos ayudan a plantear y medir diferentes escenarios. Por ejemplo, se puede modelar lo que ocurriría si no se tomara alguna medida de aislamiento; en ese caso, la proporción de infectados, que comienza en cero, empezaría a subir, llegaría a un máximo del orden de entre 20 y 25 por ciento de la población, e iniciaría su descenso.

“Por ello, la recomendación es seguir los lineamientos que establezca la Secretaría de Salud. Se pueden tener logros si la gente lo hace”, concluyó el universitario.