Por: Redacción/

La diputada Silvia Guadalupe Garza Galván afirmó que la eventual construcción de los trenes Maya y del Istmo de Tehuantepec, anunciados por el aún presidente electo Andrés Manuel López Obrador, debe hacerse de manera sustentable, con respeto a la ley, estudios de impacto ambiental y balance social y económico.

“Que quede bien claro, Acción Nacional no está en contra del desarrollo; queremos un desarrollo sustentable, equilibrado, pero, sobre todo, que se respeten la ley, los reglamentos, la norma jurídica, que lamentamos muchísimo que el gobierno electo, que aún no entra, ya está infringiendo la ley”, dijo a la prensa.

La legisladora, quien es secretaria de la Comisión de Economía, Comercio y Competitividad, e integrante de la de Medio Ambiente, Sustentabilidad, Cambio Climático y Recursos, señaló que los proyecto de construcción de ambos trenes requieren de una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de carácter regional.

“Una MIA regional significa que, aparte del ordenamiento del territorio nacional, existen ordenamientos estatales, municipales y regionales y dentro de ellos existen las unidades de gestión ambiental que te dicen, que sí se puede hacer y que no se debe hacer y para que la Semanart pueda autorizar esto tiene que estar previsto en cada una de las unidades de gestión ambiental”, comentó.

Garza Galván resaltó que la ruta del Tren Maya atravesaría “tres reservas importantísimas” que son: la biosfera de Calakmul, la de BalamKú y la de Sian Ka’an, situadas en el sur del país. Asimismo, el Parque Nacional de Palenque, Chiapas, y otras zonas arqueológicas.

“Quiero decir que no estamos hablando solamente del impacto ambiental, también estamos hablando de la cultura y esto es lo que tenemos que conservar”, agregó.

Garza Galván pidió que el gobierno federal entrante no provoque ningún ecocidio con el desarrollo de dichos proyectos, e hizo un llamado para que éstos incluyan “un desarrollo sustentable, balance económico, social y ambiental”.

Por último, anotó que el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo es claro cuando habla de cómo se debe de tratar la consulta a los pueblos originarios, respetando cinco pilares importantes: previa, libre, informada, de buena fe y culturalmente aceptable “y no se está haciendo”.