Por: Gabriela Espinoza

El estrés es gran tensión nerviosa que experimentamos cuando tenemos exceso de trabajo, no satisfacemos nuestras aspiraciones y tenemos ansiedad por terminar nuestras tareas. Se manifiestan con la fatiga prolongada, el agotamiento, dolor de cabeza, gastritis, úlceras, entre otras enfermedades. Sin embargo existen tres tipos de estrés:

Estrés normal

El estrés normal no puede eliminarse, porque es una parte de la vida, hasta puede ser positivo si se maneja eficazmente. No es una enfermedad sino una respuesta, tanto física como mental, a las adaptaciones y ajustes de diversos acontecimientos de la vida.

Este tipo de estrés causa la ansiedad, que en pequeñas cantidades es positivo y saludable porque motiva a hacer diversas actividades para cumplir objetivos, a reflexionar y a resolver problemas.

Estrés patológico

El estrés se transforma en una reacción prolongada e intensa, es muy posible que desencadene serios problemas físicos y psíquicos. Se desencadena con el exceso de trabajo, la rapidez de realizar una tarea, la falta de participación en la toma de decisiones o falta de seguridad.

También se produce por no tener relaciones sociales o estar en un grupo de personas hipócritas o distantes. Así como, hacer una declaración de amor, presentar un examen, el cambio del clima (frío-caliente) o consumir sustancias bioquímicas (tabaco-café).

 

Estrés crónico

El estrés crónico, se manifiesta con trastornos psicológicos como la ansiedad y la depresión. Secundariamente produce una incapacidad para tomar decisiones, sensación de confusión, incapacidad para concentrarse, dificultad para dirigir la atención desorientación, olvidos frecuentes y bloqueos mentales.

Puede desencadenar problemas cardíacos, presión arterial alta, diabetes, asma, ulceras, colitis y cáncer.

Cómo evitar el estrés:

1. Respira profundamente. Los ejercicios de respiración profunda te ayudan a calmar tu mente y mejorar tu perspectiva, ya que estimulan la producción deendorfinas, hormonas que generan bienestar.

2. Sácalo. Deja salir el estrés ya sea gritando, llorando, riendo o caminando. Te sentirás más tranquilo y relajado cuando lo hagas.

3. Visualiza un lugar tranquilo. Cierra los ojos e imagina un paisaje relajante o recuerda un lugar que te haya inspirado paz.

4. Escucha tu canción favorita. Diversos estudios comprueban que la música es ideal para relajar a las personas, pero si escuchas alguna melodía que te encante, el efecto se duplicará.

5. Limpia una naranja. Además de llenarte de vitamina C y nutrientes, el hábito de pelar, así como el aroma de esta fruta sirve como relajante, ya que reduce los niveles de estrés, de acuerdo con un estudio del Department of Nursing, Youngnam Foreign Language College.

6. Acaricia a tu perro. Si estás cerca de tu mascota, aprovecha para acariciarla cuando te sientas muy tenso, ya que de acuerdo con investigadores del National Center for Infectious Diseases, estos animales disminuyen la presión arterial.

7. Limpia tu escritorio. El desorden es un reflejo de todo el  estrés que vives en tu trabajo, así que organiza todo y sentirás como fluyen mejor las cosas.