Por: Estela Aguilar

Autoridades internacionales, organizaciones civiles, ambientalistas europeas entre otras muchas, condenaron el asesinato de Berta Cáceres, activista hondureña en la defensa del medioambiente, los pueblos indígenas y los derechos humanos en América Latina y, reclamaron al gobierno hondureño esclarecer el homicidio.

La activista, de 43 años, fue fundadora y dirigente del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras. En los últimos meses, encabezó la lucha por la defensa del río Gualcarque, en Santa Bárbara, donde una compañía se propone construir una represa hidroeléctrica, que dejaría sin agua a cientos de indígenas de la etnia lenca, a la que pertenecía la ambientalista.

De acuerdo con el reporte de guardias de seguridad, el crimen ocurrió en el fraccionamiento El Líbano lo atribuyeron a un robo .

El esposo de Cáceres, Salvador Zúniga, dijo que los sicarios se transportaban en un vehículo blanco y forzaron el cerrojo de la vivienda para entrar.

Por su parte, el gobierno hondureño dijo, en un comunicado, que la policía detuvo a un sospechoso del crimen, así como a dos testigos del ataque, en el que resultó herido también Gustavo Castro, director de la organización mexicana Otros Mundos Chiapas.

“He dado instrucciones para que se active la unidad de delitos violentos y se trabaje en coordinación con el apoyo de los Estados Unidos y otros países (…) para encontrar a los culpables”, dijo el presidentede Honduras, Juan Orlando Hernández.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó el asesinato de la activista hondureña Berta Cáceres y lamentó que el crimen haya ocurrido a pesar de que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) recomendó a las autoridades hondureñas dar protección especial a Cáceres, luego de las numerosas amenazas de muerte que había recibido .

A través de su Alto Comisionado de para los Derechos Humanos, la ONU expresó reconocimiento a la trayectoria de Cáceres y recordó que “en 2015 había ganado el premio Goldman por su papel clave en contra de un controvertido proyecto de represa en el río Gualcarque”.

Sin embargo, lamentó que se haya producido a pesar de que.

Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) exigió justicia a las autoridades de Honduras ante el asesinato de la dirigente popular e indígena Berta Cáceres.

La secretaria ejecutiva del organismo de las Naciones Unidas, Alicia Bárcena, condenó el hecho y pidió respeto y protección para todos aquellos que, como Berta, dedican su vida a construir derechos para todas y todos.

Afirmó que “el trayecto de su vida fecunda fue testimonio de compromiso y coherencia. Su lucha por resguardar el entorno que ha sido siempre la casa de los suyos, el río Gualcarque, es un ejemplo de dignidad heroica”.

En este sentido, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), a través de un comunicado de la sede regional para América Latina y el Caribe, demandó justicia ante el asesinato de la ambientalista hondureña y manifestó sus más sentidas condolencias al pueblo hondureño por el asesinato.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió en su cuenta de Twitter “que se esclarezca el crimen ya”, mientras que el embajador de Estados Unidos en el país centroamericano, James D. Nealon, ofreció su colaboración para investigar el caso.

“He ofrecido todos los recursos de mi gobierno para apoyar los esfuerzos para llevar a estos criminales ante la justicia”, dijo Nealon en un comunicado. El Gobierno confirmó que un equipo especializado estadunidense se sumó a la investigación.

Cáceres se ganó el reconocimiento de activistas de todo el mundo con su lucha de una década contra la represa de Agua Zarca, que incluyó un año de bloqueo de carreteras y enfrentamientos con militares en los que murieron tres de sus compañeros. Pero también se incrementaron las amenazas contra ella y su

familia.

“Me siguen. Me amenazan con matarme, con secuestrarme, amenazan a mi familia. Esto es a lo que nos enfrentamos”, escribió la activista en un informe.