Por: Mugs Redacción

Aurelio Nuño Mayer, secretario de Educación Pública, dijo ante legisladores que la creación de una Secretaría de Cultura se propone sin afectar los derechos de quienes trabajan en las diversas instituciones culturales del Estado; sin crear más burocracia, y sin que haya mayor carga a los contribuyentes.

Al participar en la ‎mesa de trabajo interinstitucional con senadores y diputados en el recinto legislativo de San Lázaro, manifestó apertura plena para establecer diálogo abierto, a fin de alcanzar consensos en el tema.

Nuño Mayer ‎expresó, en la reunión convocada por la Comisión de Cultura y Cinematografía, que la cultura merece el nivel de una Secretaría de Estado, porque actualmente está entre la trampa burocrática de una Secretaría de Educación a cuyo secretario no le da tiempo para destinar la atención que requiere la cultura, y una institución como Conaculta que no tiene la fuerza política para ello, lo que va en detrimento de los mexicanos, el desarrollo del país y el desarrollo armónico de la sociedad.

Recordó que en 1921, con la creación de la Secretaría de Educación Pública nació el proyecto del binomio educación-cultura, y planteó que no se puede entender a la educación sin la cultura y a la cultura sin la educación.

Hoy, destacó Nuño Mayer, en México hay más de mil 200 museos; 187 zonas arqueológicas; alrededor de 7 mil 400 bibliotecas, y cerca de 700 teatros, con una gran infraestructura y actividades artísticas a las que asisten millones de personas.

Asimismo, abundó, en el sistema educativo hay más de 260 mil; escuelas 34 millones de alumnos y cerca de dos millones de maestros, lo que impide que se dedique el tiempo que requiere la cultura, y por eso se propone la Secretaría de Cultura, para darle la fuerza que requiere.

El secretario de Educación Pública‎ recordó que más de 60 países de América Latina y Europa han creado una Secretaría de Cultura, desde los ministerios de Educación; ‎la cultura, insistió, merece nivel de una Secretaría de Estado.

Y por ello, propuso construir consensos para tener una Secretaria de Cultura con toda la fuerza, para liberar a la cultura de la trampa burocrática en que se encuentra.