Por: Redacción

El Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) concluyó con éxito el desarrollo de la óptica del colimador y la cámara de MEGARA.

MEGARA es el acrónimo de Multi-Espectrógrafo en GTC de Alta Resolución para Astronomía. Se trata de un instrumento que en el plano focal del telescopio tendrá una Unidad de Campo Integral formada por un arreglo de fibras ópticas y una matriz de 100 mini-obots con siete fibras cada uno. El extremo de salida de las fibras ópticas forma la seudo-rendija del espectrógrafo.

Este proyecto es liderado por la Universidad Complutense de Madrid con el INAOE como socio principal. Participan asimismo el Instituto de Astrofísica de Andalucía, la Universidad Politécnica de Madrid y las empresas FRACTAL y AVS, entre otras.

“El INAOE tiene una responsabilidad mayor con un instrumento de esta magnitud. Somos responsables de la óptica del espectrógrafo y del crióstato. La óptica el espectrógrafo es la parte medular “, comenta en entrevista la Dra. Esperanza Carrasco Licea, investigadora del INAOE y líder de la parte mexicana en MEGARA.

El INAOE formalizó una alianza estratégica con el Centro de Investigaciones en Óptica (CIO) para la fabricación de la óptica. Nunca en el Instituto se habían cementado lentes de tamaño similares a las de MEGARA. Se desarrolló un dispositivo para sostener las lentes, medirlas y rotarlas con mucha precisión para que el eje óptico de las lentes coincida con el eje mecánico como un sistema. El proceso de cementado se realizó en el Laboratorio de Nanoelectrónica.

La científica experta en instrumentación astronómica explica que el espectrógrafo es un instrumento que separa la luz en sus componentes y a partir de ellas permite conocer las propiedades físicas del objeto que se observa: su temperatura, su composición, su edad, la velocidad a la que se aleja o se acerca de nosotros.

MEGARA se instalará en el Gran Telescopio Canarias, el telescopio óptico más grande del mundo que tiene un diámetro de 10.4 metros.

La Dra. Carrasco agrega que el espectrógrafo de MEGARA cuenta con dos subsistemas: el colimador y la cámara formados por cinco y siete lentes respectivamente. “Algunas de las lentes son de un tamaño muy grande, casi de 300 milímetros y de muy alta precisión. En México se desarrolló el espectrógrafo en su totalidad” señaló que uno de los grandes méritos es haber pulido estas superficies en México -en el INAOE y el CIO- y haber alcanzado las especificaciones.

La optomecánica, es decir, las monturas mecánicas, también se hicieron en México: participó la empresa local Steelworking CNC y el CIDESI. Se trata de estructuras de cerca de 500 milímetros de largo y de 300 milímetros de diámetro con tolerancias de 0.050 mm. Algo muy difícil de lograr. El armado también es una operación delicada por las tolerancias. Es un instrumento único, hay muy pocos lugares en el mundo que puedan hacer proyectos como éste.

MEGARA comenzó en 2010 partiendo de un estudio de viabilidad. Posteriormente se desarrolló un diseño conceptual que fue sometido ante un panel de expertos internacionales compitiendo con otros proyectos presentados por otros equipos. El consorcio -formado por un representante de cada institución- es un grupo muy cohesionado que ha trabajado intensamente durante mas de cinco años.

Dra_Esperanza_Carrasco_boletin_megara_mediana 2