Por: Vicente Flores

Un grupo de 300 granaderos entraron esta mañana a la comunidad San Francisco Xochicuatla en Lerma, Estado de México, con el fin de desalojar 37 hectáreas de terrero y poner en marcha las obras de la autopista Toluca-Naucalpan, obra concesionada a Grupo Higa, propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú.

Por medio de redes sociales, el Frente Juvenil  Xochicuautla denunció el derribo de la casa de Armando García Salazar, quienes fueron desalojados violentamente por los policías estatales.

En un comunicado firmado por varias agrupaciones rurales de la comunidad,  exigen el alto a las agresiones que vive la comunidad de Xochicuautla y que se retire todo contrato a grupo Higa por violar los derechos de las personas.

Foto: Facebook/frentejuvenil.xochicuautla

Foto: Facebook/frentejuvenil.xochicuautla

José Luis Fernández, integrante de la comunidad indígena, sostuvo que este despojo violenta la suspensión definitiva de la obra ordenada por los amparos 1117/2015 y 1123/2015.

Pese a esto, los elementos policiales irrumpieron al lugar, con el motivo de permitir la entra de máquinas de construcción y dar comienzo a las obras de la autopista.

Necesario que gobierno del estado reconozca la propiedad legítima de la comunidad otomí: Encinas

El senado perredista, Alejandro Encinas, exigió a grupo Higa cancelar los trabajos de la obra Autopista Toluca-Naucalpan, debido a que la empresa está destruyendo las propiedades de los campesinos.

Además, añadió que la actuación represiva realizada por las policías estatales, violan el decreto presidencial establecido en 1952, “donde se otorga certeza jurídica y posesión de las tierras a indígenas Otomíes de San Francisco Xochicuatla”.