• “Hay que revisar el pacto fiscal a través de una Convención Nacional Hacendaria en donde lejos de destruirlo, se reforme buscando una fórmula que distribuya mejor los ingresos entre los estados”, señaló el senador panista.

Por: Redacción/

Hoy en día, los estados resienten los embates de una autoridad central que por decreto se aparta de la legalidad, de la Constitución y del pacto federal, alertó el coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Julen Rementería del Puerto, al tiempo que hizo un llamado a construir contrapesos institucionales y medios que permitan una distribución más equitativa de las responsabilidades entre la Federación y los estados, pues pareciera que la condición irrenunciable de la 4T es ser centralista; “es decir, andresmanuelista, si no, no funciona”.

“Tenemos el reto del fortalecimiento de las instituciones y el combate al centralismo. Se necesita: uno, fortalecer las instituciones; dos, descentralizar; tres, respetar la división de poderes, la soberanía de estados y municipios; y, por último, establecer claramente las responsabilidades de la Federación, y los estados”, enfatizó al participar en el Seminario Virtual “El Futuro del Federalismo”.

En ese sentido, el líder de la bancada panista en la Cámara alta resaltó que es necesario revisar el pacto fiscal a través de una Convención Nacional Hacendaria, en la que, lejos de destruirlo, se reforme buscando una fórmula que distribuya mejor los ingresos entre los estados.

El senador por Veracruz indicó el futuro del federalismo evoca al menos cuatro grandes retos que México enfrenta: federalismo fiscal; inversión pública; combate al centralismo y violencia e inseguridad.

Respecto al tema del federalismo fiscal, insistió en que la revisión del pacto fiscal es una necesidad urgente y apremiante.

El objetivo de reducir y equilibrar las diferencias entre norte, centro y sur del país sigue más vigente que nunca, pues se requiere incorporar la justicia redistributiva a las reglas de asignación de los recursos fiscales, ya que el problema no es sólo que la distribución del gasto federal, en relación con las aportaciones que efectúan las entidades, sino que los recursos extra obtenidos por los estados y municipios deberían poder dirigirse a asumir mayores responsabilidades en ciertos ámbitos que siguen centralizados, dijo.

“No se trata de destruir el pacto fiscal o de abandonarlo, sino de actualizar y mejorar el acuerdo y las competencias entre Federación, estados y municipios tanto respecto a ingresos como a gastos”, agregó.

El segundo reto, explicó, tiene que ver con la inversión pública.

Los estados deben destinar más recursos a la inversión y menos a la deuda, y para ello se necesita trabajar en dos vías: evitar el despilfarro y el desvío, y a la par, ser más equitativos con ellos para que no tengan que endeudarse, destacó.

“Una triste realidad es que la mitad de los gobiernos estatales del país gasta más en el pago de sus deudas que en inversión pública. Si consideramos que un importante detonante de la inversión privada es la inversión pública, debemos reconocer que estamos frente a un problema de fondo”, aseguró el legislador veracruzano.

En conjunto, explicó, 15 estados tienen etiquetados más de 48 mil 983 millones de pesos para deuda pública, lo que incluye pago de intereses, comisiones y gastos financieros y en contrate, su presupuesto para inversión pública asciende a menos de 17 mil 500 millones comprendiendo esta cifra construcción de obras, hospitales, escuelas, entre otras áreas públicas. Sin duda, la distribución inequitativa de las participaciones federales ha agudizado las desigualdades regionales en lugar de atenuarlas.

Asociado inversión pública, añadió, debo señalar que tenemos el reto del fortalecimiento de las instituciones y el combate al centralismo.

Quizá nunca como ahora, afirmó, los estados resienten los embates de una autoridad central que por decreto se aparta de la legalidad, de la Constitución y del pacto federal.

“Para muestra de lo anterior, véase el decreto, mal llamado ‘acuerdo’, para blindar los proyectos de infraestructura cuya realización esté a cargo del Ejecutivo considerándolos asuntos interés público y de seguridad nacional. En efecto, como dice el ‘decretazo’, México requiere infraestructura para fomentar su desarrollo de manera incluyente y acercar oportunidades a las regiones más rezagadas detonando el desarrollo y el turismo”, expuso el coordinador de las y los senadores del PAN.

El reto de fondo, detalló el legislador federal, es construir contrapesos institucionales y medios que permitan una distribución más equitativa de las responsabilidades entre la Federación y los estados.

En materia de seguridad, dijo que hay que reconocer que no hemos encontrado los medios idóneos de coordinación entre las corporaciones federales y las locales.

En el ámbito de seguridad hace falta: uno, mucho mayor coordinación entre las corporaciones federales y locales; dos, fortalecer las policías locales en equipamiento, capacitación y salarios; tres, la evaluación del mando único y mando mixto; cuatro, un nuevo pacto de coordinación en seguridad pública revisando a fondo el Sistema de Seguridad Pública y cinco, combate a la corrupción e impunidad, aseveró.

“La seguridad es asunto de los tres niveles de gobierno. No podemos seguir entrampados en el intercambio de culpas o escudados en las facultades que corresponden a unos y a otros, de ahí lo indispensable de un nuevo pacto federal para la seguridad pública que deje de politizar este debate y una revisión a fondo del Sistema Nacional de Seguridad Pública”, completó.

Para cerrar su participación, el senador panista celebró que foros como éste estimulen el debate e intercambio de propuestas para hacer frente a los retos que enfrenta el país.

“Tenemos, todas las fuerzas políticas, el compromiso con el país, con las y los mexicanos que esperan respuesta a sus problemas. Debemos aspirar a una mayor colaboración, más allá de las diferencias ideológicas, de colores, todas y todos queremos un México mejor”, concluyó.