Por: Oscar Nogueda/

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) instó a las autoridades y sociedad, en general, a realizar acciones estratégicas que faciliten un mayor acceso del líquido vital, en especial para personas de las comunidades menos favorecidas.

Al mismo tiempo, exhortó a adoptar medidas para reducir la desigualdad e intereses económicos, por parte de actores privados, ya que las personas con mayor riqueza suelen recibir servicios de agua, higiene y saneamiento a menor precio que las personas con menos recursos.

En el Día Mundial del Agua, la CNDH consideró el derecho al agua y saneamiento depende de la intervención estatal para mantener el acceso a un suministro necesario, no sufrir cortes arbitrarios y la no contaminación de los recursos hídricos.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) hasta 2016, en México, el 93% de los hogares recibía agua dentro de su propiedad, solamente el 68% contaba con dotación diaria de agua, y el 25% de los hogares encuestados la recibía de forma esporádica (cada tercer día, dos veces por semana, una vez por semana o de vez en cuando) y el 7% de ellos no recibía agua por tubería y la consigue por otros medios (acarreándola de otra vivienda, de una llave pública, de pozos, ríos, arroyos, lagos o lagunas o mediante pipas).

Asimismo, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) aseguró que 19.3% de los habitantes de nuestro país carece de servicios básicos a la vivienda, no cuenta con servicio de drenaje y el agua no se obtiene por tuberías, haciendo evidente la desigualdad en el desabasto y saneamiento. A nivel mundial, 2,100 millones de personas viven sin agua potable en sus hogares y 80% de personas que viven en zonas rurales usan fuentes de agua no seguras o no protegidas, mientras que 4,000 millones de personas padecen escasez grave de agua durante un mes al año, aunado a que solo el 0.77% es agua dulce accesible.

La Comisión Nacional compartió la preocupación del Relator Especial Leó Heller, sobre la necesidad inmediata de emitir un ordenamiento jurídico para el agua, en México, con perspectiva derechos humanos. Este ordenamiento deberá asegurar el acceso, disposición y saneamiento del agua para uso personal y doméstico en forma suficiente y saludable.

La Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la CNDH realizaron el Estudio Protección de ríos, lagos y acuíferos desde la perspectiva de los derechos humanos, para evaluar las implicaciones de la contaminación y sobreexplotación de las aguas continentales superficiales y subterráneas respecto al goce de los derechos humanos.

Por último, la Comisión Nacional recordó las recomendaciones que emitió para salvaguardar el derecho al agua, y resaltó su interdependencia con el derecho a un medio ambiente sano y a la salud.