Por: Jorge Alberto Dominguez Cortes

La Procuraduría General de Justicia Capitalina, en colaboración con el Juez 16 Penal, dictaran una sentencia de 50 años de cárcel, contra una persona que participó en la comisión del delito de privación de la libertad en su modalidad de secuestro exprés agravado.

En este caso se estableció que el 22 de julio de 2014 el agraviado, quien trabaja como chofer de una camioneta distribuidora de productos comestibles, salió de su empresa, ubicada en la colonia Guadalupe del Moral, delegación Iztapalapa, con un cargamento de abarrotes para distribuirlos en diferentes establecimientos.

Al recorrer su ruta correspondiente se dirigió a un negocio en la calle Tornado, en la colonia Cuatro Vientos, municipio de Ixtapaluca, Estado de México, y al encontrar cerrada la tienda, apagó el motor del transporte y se dispuso a esperar a que abriera.

En ese lapso, intempestivamente por la ventanilla de lado en que estaba apareció el hoy sentenciado, quien con palabras altisonantes le exigió las llaves de la unidad, pero el conductor se resistió, por lo que se las arrebató. En ese momento, por la otra ventana se presentó el cómplice, provisto con un arma de fuego y desapoderó al agraviado de dinero en efectivo y su teléfono celular.

Posteriormente, los dos atacantes abordaron el vehículo y obligaron a la víctima a colocarse en el centro de los asientos delanteros de la camioneta. Uno de ellos tomó el control del automotor y el otro ocupó el lugar del copiloto.

Al poner en marcha el transporte, le ordenaron al repartidor colocarse una caja de cartón en la cabeza para que no los identificara, y en esas condiciones circularon por varios minutos hasta que se detuvieron en un lugar desconocido, donde descargaron los productos. Más tarde se movilizaron nuevamente en el mismo automotor para hacer alto total en otro sitio, en el cual abandonaron al ofendido, no sin antes advertirle que no se moviera.

En cuanto el afectado se percató que se encontraba solo, se quitó la caja que le impedía ver y se dio cuenta de que lo habían dejado a un costado de la carretera federal a Puebla, a la altura de la colonia La Virgen, delegación Iztapalapa, donde vía telefónica informó a su jefe lo ocurrido.