Por: Redacción

El diputado Francisco Javier Pinto Torres (Nueva Alianza) señaló que la situación ambiental de la Ciudad de México es ejemplo de una falta de crecimiento poblacional ordenado, y si no se toman medidas apremiantes se podrían presentar contingencias en otras urbes como Guadalajara, Ciudad Juárez o Monterrey.

En el foro “El ambiente y la administración de las políticas públicas en la Ciudad de México”, el legislador destacó que el periodo de contingencia de marzo a julio de 2016 reveló que el medio ambiente, la calidad del aire y el desarrollo poblacional son materia de salud pública.

Sin embargo, afirmó el también secretario de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, aún no se cuenta con cifras exactas de las complicaciones respiratorias, crisis asmáticas y afectaciones a pulmones y corazón en niños y adultos mayores.

La Organización Mundial de la Salud, dijo, ha señalado que estar expuestos a altos niveles de contaminación aumenta los casos de cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares y respiratorias.

Además, la contingencia también dejó en evidencia un rezago importante en las políticas públicas ambientales, de movilidad y de desarrollo urbano de la Ciudad de México.

Pinto Torres resaltó que los diferentes órdenes de gobierno siguen siendo los responsables de enmarcar las directrices y políticas, a fin de garantizar el derecho de los ciudadanos a un medio ambiente sano.

Recordó que la Comisión Ambiental de la Megalópolis ya anunció las acciones adicionales para mejorar el aire, dentro de las que destacan: ampliar la red de monitoreo; emprender programas de ciudades sustentables para reducir las acciones de bajo carbono y mitigación del reflejo de los rayos del sol; reforestar el cinturón verde de la megalópolis, y destinar recursos para la modernización de transporte público y reducción de vehículos contaminantes.

A pesar de esas acciones, puntualizó, es necesario que las delegaciones y los municipios tomen medidas determinantes sobre el crecimiento poblacional, ya que en toda la Ciudad de México vemos construcciones de desarrollos habitacionales donde antes había una o dos casas y habitaban una o dos familias, y ahora vivirán diez, veinte o tal vez más.

Esta situación, mencionó el diputado Francisco Javier Pinto, traerá consigo el crecimiento en la demanda de servicios, como transporte, agua, luz, recolección de basura, drenaje y espacios para estacionamiento de automóviles. “Los permisos de construcción son monopolio de todas las delegaciones de la Ciudad de México; es ahí, donde debemos poner la lupa y seguir trabajando”.

Precisó que las empresas deben tomar consciencia de sus emisiones de contaminantes e implementar nuevas tecnologías que disminuyan los gases de efecto invernadero. “Este tipo de normas deben ser revisadas por la legislación local, pero desde la Cámara de Diputados debemos revisar las leyes e impulsar políticas públicas que repercuta favorablemente en el medio ambiente de los capitalinos”.

Actualmente, afirmó, la ciudadanía exige elaborar leyes respecto a la calidad del aire, una Ley General de Aguas Nacionales, una norma integral sustentable sobre el manejo de residuos sólidos, la ampliación del impuesto a las emisiones de carbono y la revisión de la Ley General del Equilibrio Ecológico.

Por ello, sostuvo que estos foros se consideran de gran importancia ya que son el espacio donde legisladores, gobernantes, académicos y sociedad civil “podemos enriquecer las acciones a tomar para lograr un medio ambiente sano para los mexicanos y las futuras generaciones”.

El diputado Santiago Torreblanca Engell (PAN) subrayó que no hay incentivos para que las armadoras produzcan vehículos menos contaminantes y con que “pase de panzazo y cumpla con la norma, el consumidor va a poder ser acreedor a una calcomanía doble cero”.

Estimó que la autoridad y los legisladores deben buscar incentivos para que las fábricas e industrias que tengan mayores emisiones las reduzcan, a través de la innovación.

Refirió que la reciente Norma Oficial emergente en materia de límites máximos y métodos de verificación en fuentes móviles en la Megalópolis, “está mal enfocada porque establece que únicamente los vehículos nuevos que no presenten errores en los monitores de verificación podrán acreditar los menores niveles de contaminantes”.

Esto, agregó, es un error porque dicho sistema únicamente verifica y evalúa que el vehículo automotor cumpla sus especificaciones de origen, es decir, que no contamina más allá de lo establecido en la NOM 42 Sermarnat, la cual se redactó en 2003 y entró en vigor en 2006, y ya desactualizada”.

El legislador consideró que con este foro se escuchará a expertos y conocedores en la materia para que juntos, academia, diputados, administración pública y ciudadanía, “generemos los incentivos que nos lleven a ser un país más transparente en materia medio ambiental”.

Nallely Gutiérrez Gijón, secretaria de Vinculación con la Sociedad Civil, sostuvo que la zona metropolitana del Valle de México tiene los mayores índices contaminantes por ozono a nivel nacional y la cuarta urbe con partículas finas. Afirmó que los principales generadores de partículas contaminantes son el trasporte público pesado, 74 por ciento; plantas industriales y refinerías, 14 por ciento y lo que se produce en el hogar, 12 por ciento.

Precisó que el trasporte es el principal contaminante. Existe 5 millones de vehículos en la Ciudad de México y actualmente el crecimiento promedio anual es de 3.8 lo que aumenta las emisiones contaminantes del aire. La estadística indica que hay vehículos de más de 20 años y la contaminación que generan es 20 veces mayor.

El doble no circula, admitió, es una buena paliativa; sin embargo, “no es la solución de la contingencia, ya que no aplica para el transporte público que es el que genera mayores contaminantes y la corrupción en los centros de verificación tampoco da la valía a este programa”.

El problema de la contingencia es complejo, debe desarrollarse un plan integral que incluya medidas en la circulación de vehículos privados, normas que regulen el transporte público, lo vuelvan eficiente, que promuevan la modernización del transporte de carga. Además, políticas regulatorias de emisiones de gases con tóxicos y partículas finas, tanto en la industria como en la refinería, así como una educación ambiental.

Rubén Alcántara Gaytán, presidente de la Alianza de Radio Taxis, Sitios y Taxis del Distrito Federal, señaló que en la ciudad más grande del mundo circulan 135 mil taxis regulares, del que depende aproximadamente el 15 por ciento de los habitantes, y sólo el 20 por ciento pertenece a alguna organización.

Refirió que de acuerdo con el Inventario de emisiones contaminantes y del efecto invernadero 2012, las fuentes móviles generan la mayoría de los contaminantes y de los compuestos del efecto invernadero, el sector taxi, aporta el 98 por ciento del monóxido de carbono con 1.57 millones de toneladas al año, contribuye con 79 por ciento de carbono negro y 49 por ciento de gases de efecto invernadero.

Mientras que los vehículos particulares, añadió, representan el 75 por ciento del parque vehicular y aportan el 35 por ciento de contaminantes y un 43 por ciento de los gases de efecto invernadero generado por el total de fuentes móviles. Por lo que cuestionó cómo un sector que representa sólo el 3 por ciento del parque vehicular total puede contaminar de esta manera.

“Nunca detalla el transporte de carga y el transporte obsoleto, en todas sus modalidades, que utiliza el gobierno de la Ciudad, el cual tiene por lo menos 20 años de uso”. Es injusto, discriminatorio e imprudente responsabilizar a un solo sector de estar contaminando a la ciudad; se deben destinar recursos para apoyarlos en proyectos sustentables y transitar a nuevas tecnologías.

Gabriela Gutiérrez Olguín, especialista en Gestión de Auditorías Ambientales por parte de Fundación Universitaria Iberoamérica (Finuber), expresó que en México hay casi 5 millones de vehículos motores circulando en la Ciudad de México, la mayoría son particulares, seguidos por motos, camiones, camionetas de carga y, por último, los de pasajeros.

Mencionó que de acuerdo con el Instituto de Transporte Limpio, un camión nuevo en México emite tanto material particulado como 40 camiones nuevos en Estados Unidos, “esto es por la falta de tecnologías limpias que se manejan en la Ciudad de México”, y conforme a una investigación de 2013, más de 13 mil muertes prematuras en la Ciudad de México pueden ser directamente atribuidas a los contaminantes atmosféricos

Gutiérrez Olguín puntualizó que si bien el carbón negro no ha sido directamente atribuido con sintomatologías de vías aéreas, sí se ha visto que tiene una fuerte relación con problemas cardiovasculares, “en la opresión del pecho, fatiga e incluso se ha visto atribuido a una mortandad prematura en pacientes que ya poseen enfermedades cardiovasculares, siendo la población más vulnerable los niños y adultos mayores”.

Precisó que las gasolinas que se consumen en México tienen un alto contenido de azufre, el cual es altamente carcinogénico. Llamó a apostarle a tecnologías limpias en el transporte, para reducir las emisiones de carbón negro y no perjudicar a la población. “Si se cambian las políticas y utiliza diésel con bajo contenido de azufre se mejora el ambiente; debemos actuar porque el daño es impresionante para la salud”.

La especialista en Derecho Ambiental por parte de la Universidad Nacional Autónoma de México, Mariana Tejado Gallegos, planteó que los temas de áreas verdes y de transporte se incorporen al de ciudades sustentables, así como de economía y servicios públicos, como la seguridad, y de dimensión fiscal.

Existe la necesidad de hacer modificaciones a las políticas públicas en materia de ciudades sustentables e inteligentes, toda vez que persisten asentamientos irregulares provocados por la movilidad y una inadecuada planeación. En los últimos 30 años el aprovechamiento de la superficie se multiplicó seis veces.

Tejado Gallegos mencionó que para que las ciudades sean inteligentes, se necesita inversión no sólo económica, de transporte y en salud, sino en educación y proyectos que sean innovadores y en temas eficientes. “Eso parece imposible, porque en México casi nunca le apostamos a la tecnología, a la innovación y al desarrollo; normalmente copiamos”.

Hizo votos para que los legisladores se den la oportunidad de generar una reglamentación efectiva, realista y que atienda a las necesidades de la población, así como hacer una planeación integral de movilidad del transporte y de seguridad, y al sector privado, le pidió buscar las inversiones para construir ciudades sustentables e inteligentes.