Por: Redacción/

La Cámara de Diputados se ha vuelto un espacio para la proyección de películas difíciles de ver en otros lugares y salas de cine, afirmó Erick García Corona, encargado de actividades cinematográficas del Museo Legislativos “Los Sentimientos de la Nación”.

Durante la función de tardes de Cine Club, en la que se proyectó la película franco-egipcia Lamb (Cordero) explicó que se trata de mostrar cine de calidad, tanto nacional como internacional para que pueda ser conocido por quienes gustan del cine.

Agregó que entre los objetivos está generar audiencias, diálogos e intercambio de comentarios respecto de los temas de las proyecciones, por lo que llamó a difundir este tipo de actividades que se realizan en la Cámara de Diputados.

“Esta película (Lamb) ha sido ganadora de premios internacionales, estuvo presente en distintos festivales de cine, incluyendo los de Londres y Austria”, subrayó.

Puntualizó que la muestra se realiza en el marco del Día Internacional de la Justicia Social, que se conmemora el 20 de febrero de cada año, fecha establecida por la ONU en 2007, la cual busca concientizar sobre la necesidad de mejorar las condiciones de igualdad y equidad, así como el trabajo justo y bien remunerado para el sustento y desarrollo humano.

Ricardo Ruiz, investigador del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), pidió seguir apoyando el proyecto de Tardes de Cine Club porque “llevamos un año en el que hacemos un esfuerzo para traer más géneros y tener mayores relaciones de colaboraciones con otros países”.

Agregó que en otros museos ya se reproducen estas proyecciones, las cuales han trascendido por el trabajo entre el CESOP y el Museo de la Cámara de Diputados.

La cinta Lamb gira entorno a Efraín, un niño cuya vida cambia totalmente cuando su padre se marcha a trabajar a la ciudad y el jovencito se ve obligado a trasladarse a vivir con su abuela y sus tíos.

Con su único e inseparable amigo, un pequeño cordero, Efraín intenta adaptarse a su nueva familia, cocinando ricas empanadillas y trabajando en el campo, pero cuando la vida de su “amigo” corre peligro, Efraín aprenderá que la amistad y la familia son cosas por las que vale la pena luchar.