Por: Montserrat Sánchez Maldonado 

La Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), analizó, junto con miembros de la sociedad civil y el sector privado, diversas estrategias para reducir las pérdidas de alimentos, las cuales de acuerdo con la dependencia, llegan a sumar 19 millones de toneladas al año, equivalentes al consumo de por lo menos 27 millones de personas.

Vanessa Rubio, subsecretaría de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional, encabezó la Primera Sesión Ordinaria del Consejo Nacional de la Cruzada contra el Hambre de 2016, donde recordó que de los alimentos desperdiciados, 46% corresponde a frutas y verduras, 29% a cereales y los productos de origen animal 25%.

El foro, el cual está integrado por representantes de 30 organizaciones de la sociedad civil y funcionarios de Sedesol, tiene por objetivo ampliar la colaboración para el establecimiento de políticas públicas en materia de desarrollo social, para crear sinergias y trabajo conjunto en las intervenciones sociales para el abatimiento de carencias como educación, salud, seguridad social, vivienda, servicios a la vivienda, empleo y, de manera particular, alimentación.

FOTO 2 Durante el foro se presentó el tema de las estrategias para reducir las mermas y pérdidas de alimentos (1)

Asimismo, se presentó el tema de las estrategias para reducir las pérdidas de alimentos, ante el elevado desperdicio registrado en el país.

Entre las medidas preventivas que se llevan a cabo, se destaca que México cuenta hoy día con la segunda red de bancos de alimentos más grande del mundo, compuesta por 60 bancos con presencia en 29 entidades del país, los cuales recuperan 120 mil toneladas de alimentos por año, es decir, el 60% de lo registrado en toda la región de América Latina y el Caribe. La Sedesol declaró que cuenta con casi 5 mil comedores comunitarios, que proveen alimentación sana, variada y suficiente a más de medio millón de personas.

Estos comedores se suman a aquellos operados por el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), los gobiernos estatales y municipales, y los de los sectores social y privado.

Las soluciones implementadas, también incluyeron acciones de apoyo alimentario, capacitación agrícola, fomento a la calidad y el abasto de agua, capacitación artesanal y mejoramiento de vivienda, algunas de las cuales contaron con apoyos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Se acordó tomar este ejemplo como modelo de intervención social para ser replicado y fortalecido por la Sedesol.

Por último, se acordó celebrar un diálogo entre las organizaciones de la sociedad civil miembros del Consejo Nacional de la Cruzada Nacional contra el Hambre y la Comisión Intersecretarial de Desarrollo Social.