Por: Redacción/

Bajo un cielo azul intenso y rodeada de casas coloniales pintadas con dos colores se divisa la Basílica Lateranense, considerada una joya arquitectónica y uno de los principales atractivos del Pueblo Mágico de Jala, municipio situado al sur de Nayarit. Por sus calles angostas y empedradas camina un grupo de brigadistas del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quienes tienen la encomienda de realizar un proyecto que incremente el turismo en la zona.

La convicción en su trabajo radica en que esta actividad se desarrolle “como una fuerza que ayude a la sociedad económicamente aprovechando los recursos sin agotarlos”, afirman Juan Miguel Correa Macías, Daniela Mendoza Cabello y Brayan Javier Huerta Ocaña, estudiantes de Turismo y Relaciones Comerciales, respectivamente.

El proyecto en el que laboran consta de tres etapas. La primera, iniciada con esta brigada de servicio social de verano, conlleva una investigación de mercado y la creación de un mapa turístico, para lo cual, los jóvenes recorren el poblado visitando los sitios de interés, así como los comercios.

Con los datos obtenidos generarán estrategias comerciales con la finalidad de que el consumo de los productos y servicios se incremente hasta 50 por ciento. Mientras que el objetivo del mapa turístico es dar información sobre establecimientos, puntos de interés y actividades que se pueden llevar a cabo en Jala, dado que actualmente no cuenta con señalización que oriente al turista.

La segunda fase, programada para la próxima brigada de invierno, consistirá en revisar cómo se implementaron las estrategias ideadas, y en caso de haber alguna irregularidad, revertirla para obtener las metas propuestas. Además, se impartirá capacitación a guías turísticos locales, entre otros prestadores de servicio, acerca del trato al turista y los estándares de higiene en establecimientos de comida.

“A pesar de lo rico de su gastronomía es necesario que algunos establecimientos tengan estándares de higiene y promoción. Hay algunos sitios que no tienen información sobre lo que venden. Si no hay alguien que te lleve, el turista no sabe qué se ofrece”, comentaron.

En la última etapa, los jóvenes politécnicos efectuarán un estudio de comercialización de productos para confrontar los resultados alcanzados con las metas propuestas.

Si bien, el poblado cuenta con deficiencias de infraestructura, tiene mucho potencial, señalaron los brigadistas, quienes destacaron platillos como las gorditas y el pan tradicional (encaneladas y rosquetas).

Asimismo, resaltaron los diversos atractivos turísticos de Jala, como el volcán activo El Ceboruco, con una altitud de dos mil 250 metros sobre el nivel del mar y cuya última erupción data de 1870. Este lugar es ideal para practicar campismo, bicicleta de montaña y rapel. También está la cascada El Salto que ofrece hermosos paisajes.

La Feria del Elote, celebración a la que recientemente se han integrado actividades deportivas y culturales como el concurso del elote más grande del mundo, longitud que ha llegado a imponer un Récord Guinness. “El año pasado el elote llegó a medir 45 centímetros”.

Jala cuenta con más de 200 centros históricos en sus diferentes edificaciones, donde destaca el Museo Comunitario. Se pueden encontrar artesanías de hoja de pino y de maíz, como floreros, muñecas y manteles individuales, así como muebles de madera.

Respecto a su aportación, los jóvenes comentaron “como estudiantes del Instituto Politécnico Nacional nos enseñan una metodología que no hay en otras instituciones de educación superior y que trata de encontrar la vocación turística de un pueblo, analizando desde sus costumbres, su pensamiento cultural hasta su gastronomía para determinar qué se puede desarrollar”.

Agregaron que la experiencia en este municipio los ayudará a llegar a una madurez como profesionistas, así que “hacer el servicio social aquí es una oportunidad importante. Es un ganar-ganar tanto para el Poli como para Jala”.

En tanto, el director de Turismo, Alfredo Ibarra Silvestre confió en que la intervención politécnica pueda incrementar el consumo de productos y servicios turísticos en el municipio. Indicó que al año reciben alrededor de 20 mil visitantes, sobre todo en las vacaciones de Semana Santa, de verano y de diciembre.

La mayoría de los turistas del Pueblo Mágico, cuya denominación la obtuvo en 2012, son emigrantes de la comunidad que residen en otras entidades de la República Mexicana y en Estados Unidos.

Además, hay visitantes provenientes principalmente de Sinaloa y Jalisco, quienes se enfocan en el turismo religioso, ya que 80 por ciento de los asistentes a la Basílica Lateranense es devoto de los Santos Médicos que se encuentran dentro del recinto, que es una réplica del que se halla en Roma, Italia.

Durante las fiestas patronales, amenizadas con la música tradicional de la chirimía (instrumento de madera), llegan peregrinaciones de distintos lugares. Entre las más importantes está la que se emprende desde Los Ángeles, California y que deja en la iglesia una impresionante corona de dólares, añadió.