Por: Luis Alberto Rivas

“La historia de una diminuta, peluda oruga. Tan pequeña que puede ser fácilmente aplastada entre tus dedos”; es la premisa con la que el referente en el mundo de los largometrajes animados orientales, Hayao Miyazaki, abandona su retiro para trabajar en lo que hasta ahora sería un cortometraje para el museo Ghibli, y que a futuro podría ser convertida en un nuevo éxito del estudio Ghibli. 

Aunque este cortometraje por el momento es una exclusiva del museo, el cineasta no descarta la posibilidad de volver al estudio y por medio de nuevas técnicas de animación, dar vida a este proyecto que lleva cerca de 20 años en la mente de Miyazaki.

El sitio Anime News Network, señaló que el director habló de sus ambiciones con este nuevo proyecto en un documental presentado en una cadena televisiva japonesa. Según el documental, Miyazaki consideró que  la historia de Kemushi no Boro podría ser animada por medio de técnicas CGI, y expusó su propuesta a Ghibli en agosto. Según el informe, Miyazaki tiene como objetivo completar la película antes de 2019, a tiempo para los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020.