Por: Aldo Herrera

En el foro “Gobierno profesional y ciudadanía responsable: el diseño de una agenda nacional”, los presidentes nacionales del PAN, Gustavo Madero Muñoz y del PRD, Carlos Navarrete Ruiz, expusieron sus ideas en materia de lucha contra la de corrupción y acerca de los retos que enfrentará la siguiente legislatura.

Carlos Navarrete Ruiz, presidente nacional del Partido de la Revolución Democrática, afirmó que la próxima legislatura tendrá que aterrizar las políticas públicas respecto al combate a la corrupción y la recuperación de mejores niveles de ética política y de transparencia.

Subrayó que “hoy las Cámaras de Diputados y la de Senadores están frente a un gran reto y no pueden seguir posponiendo la transparencia en el uso de sus recursos presupuestales, ya que esto está obligado por ley”.

Aseguró que los propios legisladores aprobaron la ley en la materia y ahora debe ser aplicada; agregó que así como se pide al Ejecutivo se concreten las reformas, el Poder Legislativo debe cumplirlas.

De igual manera, pidió al Poder Judicial no quedarse atrás, porque la transparencia tendrá que aplicarse hasta sus últimas consecuencias con lo que dice la ley y su reglamentación.

Navarrete Ruiz indicó que también en la legislatura que inicia el 1 de septiembre, debe culminar el proceso de la reforma política del Distrito Federal “no por moda o capricho, sino porque se requiere un diseño institucional que permita que los gobiernos delegacionales no sean unipersonales”.

Es necesario acceder a gobiernos más colectivos, con contrapesos, para que los ciudadanos participen y “no entregar cheques en blanco a los jefes delegacionales, elegidos cada 3 años, ya que toman decisiones con el poder de su firma y las tentaciones son graves”, aseveró.

Recomendó a su homólogo panista, Madero Muñoz retomar con los nuevos legisladores los acuerdos con el PRD y con el PRI para culminar la reforma del DF; lamentó que haya quedado trunca.

El dirigente nacional del PRD, sostuvo que hay un conjunto de temas legislativos que deben aprobarse, pero “la mejor y perfecta ley avalada en el Congreso, si es letra muerta en el librero de una oficina de un funcionario público y no se aplica, no sirve de nada”.

“El hartazgo contra la corrupción puede alentar que México dé un paso al vacío en la elección de 2018”. Recomendó “hacer una batida contra las irregularidades en el ejercicio del presupuesto y poner un alto a la epidemia de contratos por debajo del escritorio y de porcentajes por cada obra; de otra forma, el país va a terminar podrido por ese asunto”, enfatizó.

Apuntó que “si no corregimos a tiempo y los niveles de altísima corrupción se profundizan en México en todos los gobiernos de todos los colores, el país, puede estar ante una emergencia, sino es que ya lo está en este momento”.

Respecto al crecimiento económico de México, mencionó que es un tema local y mundial, por lo que se debe enfrentar de manera conjunta, pues el desarrollo del país se ve directamente afectado por la situación internacional.

Los temas de justicia, seguridad y bienestar social tendrán que ser integrados a la agenda política, ya que estos repercuten en la economía, el presupuesto y la inversión pública del gobierno federal; para ello, propuso realizar una revisión de la Reforma Hacendaria.

Indicó que su fracción parlamentaria en la próxima legislatura será una oposición muy enérgica, pues ya pasaron tres años, donde fueron aprobadas las reformas y ahora hay que pedir resultados.

Reiteró que como oposición están en la obligación de representar a millones de mexicanos, razón por la cual buscarán construir acuerdos para el bien del país.

Carlos Navarrete

Carlos Navarrete se pronunció a favor de revisar el tema de salario mínimo, pero “sin que se capitalice electoralmente”, ya que, explicó, los trabajadores ganan más allá del salario mínimo, pero los empleadores no lo reportan al momento de hacer las aportaciones al Seguro Social, lo cual, expresó, afecta a este sistema de seguridad.

De igual forma, dijo que en las pasadas elecciones se evidenció un desgaste por parte de los partidos políticos, principalmente en lo que compete a la Ciudad de México.

Posteriormente, Gustavo Madero Muñoz, presidente del Partido Acción Nacional, dijo estar convencido de haber firmado e impulsado las reformas contenidas en el Pacto por México, aunque reconoció que a su partido “le salió caro el chistecito” de suscribir este acuerdo con el gobierno federal.

Señaló que en México hay un fuerte deterioro de la confianza ciudadana, porque la democracia no ha resuelto los problemas de las mayorías, no ha generado ingresos más dignos, ni ha solucionado la situación de corrupción, impunidad e inseguridad del país.

Advirtió que “si no enfrentamos este tema con responsabilidad, con preocupación auténtica, no con fines de lucro partidista, a lo que puede conducir es a que el Estado se debilite, a que la ciudadanía no participe y que en las elecciones se puedan tomar caminos falsos como populismos, autoritarismos o caudillismos y esto me preocupa”.

Agregó que “autoritarismo, corrupción, desigualdad y pobreza siguen siendo en México parte del paisaje, y mientras no tomemos en serio que la acción política debe estar enfocada a resolver los problemas de la gente, estaremos fallando y abriendo un riesgo histórico muy grande”.

Indicó que este es un gran país, pero su sistema político no funciona bien “y hay que corregirlo, pero eso requiere la participación ciudadana, activa y crítica”.

Dijo que su partido trabajará para recuperar la confianza de la ciudadanía y que la democracia resuelva los problemas de la mayoría.

Mencionó que es necesario abordar con seriedad estos temas para saber por dónde ir para lograr el cambio y canalizar la participación ciudadana, a fin de que las instituciones funcionen y la democracia resuelva los problemas de la gente.

“Hablamos de agendas, de temas, simplemente para seguir simulando que hacemos cosas y no atendemos los problemas fundamentales”, apuntó.

Se pronunció por impulsar la revisión y aumento del salario mínimo. Es parte de la simulación en México, comentó, pues aunque está en la Carta Magna sólo sirve para calcular multas. “Ahí dice que cualquier trabajador, el que menos gane, debe tener lo suficiente para dar a su familia educación, alimentación, salud y vivienda. Eso dice la Constitución y hoy, con 70 pesos al día, es una vacilada”.

“La simulación genera indignación de fondo en la sociedad, que no confía en los partidos y cree que somos parte el problema, no de la solución”, reconoció.

Añadió que hay un desánimo social, una desafección ciudadana, y se han deteriorado la credibilidad y la confianza en las instituciones de manera brutal. “Es fácil decir que son los legisladores y los partidos, pero el problema es de todas las instituciones, hasta del ejército, que (a pesar de que) es el que más créditos tiene, viene a la baja y esto es grave”.

Reconoció que hay un cambio fundamental en la expectativa respecto a los partidos y la confianza en ellos disminuye, pues en 1997, cuando el partido oficial perdió la mayoría en la Cámara de Diputados, “las tres principales fuerzas políticas éramos 90 por ciento y para la próxima legislatura seremos apenas 60 por ciento”.

También manifestó su preocupación por el ambiente político, pues “está muy deteriorado”. Expresó que burlarse de un político o publicar una crítica en los medios no soluciona nada. “El problema sigue y se llama impunidad”, subrayó.

Dijo que en las pasadas elecciones, de acuerdo con un estudio de la UNAM, el 95 por ciento de las notas al respecto eran negativas, y esto genera el riesgo de que “la política le caiga mal a la gente, que se hastíen, que tenga una actitud de rabia y de indignación. Entiendo que el sistema político está mal, pero ¿cómo lo vamos a resolver si no es con participación, con información?”

Madero Muñoz destacó que el bienestar y la seguridad social universal, que son propuestas de los diputados federales del PAN, se impulsarán en la próxima Legislatura. “Son una agenda pendiente que debe resolverse, a fin de garantizar un beneficio mínimo para la población en un esquema sustentable financieramente”, precisó.

Se debe hacer, puntualizó, con transparencia, “no etiquetarlo ni anclarlo a beneficios o facturas partidarias, sino como derechos humanos de la gente, y en eso estamos fallando”.

Refirió que el dilema en el mundo no es entre izquierdas y derechas. “Esa geometría no refleja la demanda fundamental más vigente de los ciudadanos; ahora es entre privilegiados y excluidos de todos lados, en lo económico, político y en lo social. Pese a que México es una nación rica, es la 14ª economía de 200 países”.

“La ciudadanía no se siente incluida ni representada. Ahí está el nudo gordiano de la sociedad contemporánea. Necesitamos garantizar la inclusión social con mínimos de garantía, no como letra muerta, sino como derechos tangibles que se puedan vivir, como la alimentación, vivienda, salud y educación”, sostuvo.

Agregó que el crecimiento económico está afectado en mucho, por las malas decisiones de esa reforma. Destacó la necesidad de tener un incentivo adicional para invertir y generar más empleo. Esa es la visión del PAN y está planteada en la plataforma parlamentaria, aseguró.

Posteriormente, Marco Polo Carballo Calva, representante del Consejo de Alumnos de la Maestría en Gobierno y Políticas Públicas de la Universidad Panamericana, mencionó que en México no existe a nivel federal una ley de ética, ni tampoco incentivos institucionales para la observancia y el cumplimiento de los funcionarios de la administración pública federal.

“Existen normatividades respecto a las responsabilidades de los servidores públicos, pero no una vigilancia del comportamiento ético, así como la debida importancia que se debe dar a una ciudadanía exigente de transparencia y rectitud por parte de las autoridades”, aclaró.

Indicó que es preocupante que en México no exista, entre las prioridades nacionales, el fortalecimiento de un marco de ética en el comportamiento de los agentes de la república, además de que es un tema escaso en las agendas de los partidos políticos.

Agregó que, por un lado, existe un crecimiento sistemático de la corrupción y, por otro, una débil respuesta de los principales actores del cambio institucional y estructural para revestir el marco legal de postulados de ética como prioridad nacional y legislativa, lo que representa un foco rojo de la estabilidad del Estado mexicano.

Al clausurar el foro, el rector de la Universidad Panamericana campus Ciudad de México, Santiago García Álvarez, consideró que la política actual enfrenta a un panorama complejo, donde se requieren analizar propuestas para buscar soluciones urgentes, de mediano y largo plazo.

“Se requieren hombres éticos, íntegros y altamente calificados. Necesitamos gobernantes que rijan su actuar cotidiano con el profesionalismo que demanda el país. Si nos empeñamos en dar nuestro esfuerzo para mejorar lo que nos corresponde ahora, se colocarán los cimientos para las siguientes generaciones”, concluyó.