En México existen más de 20 mil médicos cirujanos plásticos falsos o mejor conocidos como “charlatanes”, por lo que la diputada Elvia Palomares Ramírez (PRI) impulsa reformar la Ley General de Salud, e incluir la cirugía estética y reconstructiva en las actividades que requieren títulos profesionales o certificados de especialización legalmente expedidos y registrados por las autoridades educativas competentes.

La propuesta enviada a la Comisión de Salud para su análisis, precisa que se clausurará temporal o definitivamente, según la gravedad de la infracción y características de la actividad o establecimiento, a quienes en sus anuncios, documentos, papelería o publicidad, incluyan la leyenda “registro en trámite” o cualquier otra similar.

La diputada federal por Puebla señaló que en nuestro país cada vez son más los médicos falsos que se ostentan con diplomas expedidos por instituciones sin registro oficial, brindando servicios de salud en consultorios clandestinos donde practican, en su mayoría, cirugías estéticas que ponen en riesgo la vida de los pacientes.

Destacó que la cirugía estética presenta un mayor número de personas afectadas por malas prácticas, según la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica Estética y Reconstructiva (AMCPER).

Por cada cirujano médico reconstructor especializado, resaltó, existen 15 personas que se dicen especialistas sin serlo y aplican productos como aceite de cocina, de coche o para bebé, así como parafina y silicón industrial, que pueden provocar enfermedades, amputaciones o hasta la muerte.

De acuerdo con la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica y Estética (ISAPS, por sus siglas en inglés), México ocupa el tercer lugar dentro del ranking internacional en procedimientos de cirugía estética, superado por Estados Unidos y Brasil. “Es una gran cantidad de personas que se somete a estas intervenciones, lo que es alarmante”.

Palomares Ramírez enfatizó que este tipo de casos existe debido a que es común que individuos se exhiban como profesionales en medicina con diplomas sin ninguna validez oficial o se respaldan con cursos, muchos de ellos a través de Internet, que no acreditan los conocimientos suficientes para llevar a cabo dicha práctica.

Indicó que para el segundo trimestre del 2014, había poco más de 343 mil 700 personas que estudiaron medicina. De los profesionistas médicos que son activos económicamente, la población ocupada asciende a 277 mil 177 personas, 98.6 por ciento, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Aproximadamente existen 1.9 médicos generales y especialistas por cada mil habitantes en el país; algunas entidades están por arriba del promedio nacional, destacando Distrito Federal, Baja California Sur y Nuevo León con alrededor de 3 médicos por cada mil habitantes, en contraste con Guerrero y Zacatecas que registran uno por cada mil.

“Es preciso hacer cambios a la Ley General de Salud frente a los retos actuales que el ejercicio indebido de la medicina nos presenta”, subrayó.