Por: Redacción/

Con la COVID-19 y sus implicaciones se ha incrementado la violencia y desigualdad hacia las mujeres en rubros como la justicia y la salud, sobre todo en grupos vulnerables como indígenas, personas con discapacidad y migrantes, afirmó Wendy Figueroa, directora de la Red Nacional de Refugios A.C.

En su participación en “El Aleph. Festival de Arte y Ciencia. Las Posibilidades de la Vida: COVID-19 y sus Efectos”, organizado por la UNAM, indicó que “en lo que va de la contingencia en México, la Red ha recibido constantemente llamadas de víctimas, muchas de ellas pidiendo consejo sobre qué hacer y en búsqueda de soluciones.

“En este periodo hemos hecho 19 rescates, que no son lo mismo que ingresos a un refugio, sino acciones en que las mujeres nos llaman porque son golpeadas y es el momento en que pueden escapar. Parecieran pocos, pero para nosotros son muchísimos, pues en épocas sin COVID-19 hacemos un rescate al mes. La violencia contra ellas y la enfermedad del coronavirus sólo se podrán disminuir con la participación solidaria” precisó.

De igual manera, se han incrementado 100 por ciento las agresiones de violencia psicológica y hacia los niños; además, las solicitudes para llegar a los refugios han aumento 50 por ciento.

En su intervención “La situación de las mujeres y los retos que México enfrenta ante la doble pandemia: la COVID-19 y las violencias machistas”, la también asesora y consejera de la Alianza Internacional de Mujeres Líderes por la Igualdad señaló que durante el confinamiento, en el 911 se han registrado 155 llamadas cada hora por violencia familiar o contra la mujer, y se espera que al regresar a las actividades cotidianas las denuncias oficiales por este motivo aumenten considerablemente.

“Para enfrentar este problema no sólo se necesita llamar al 911, sino que los varones participen más en las actividades del hogar y las autoridades crean en las denuncias por violencia familiar”, subrayó.

Egresada de la UNAM, Wendy Figueroa dijo que si bien se han hecho importantes esfuerzos para combatir este problema, se carece de una política pública que favorezca el trabajo integral, intersectorial y coordinado.

“Ante esta situación, la Red ha hecho un llamado a instituciones para que atiendan a la COVID-19 y sus implicaciones sociales con un enfoque de derechos humanos e interculturalidad, sobre todo por el impacto de género que ha traído”.

Ante el inminente regreso a la “normalidad”, la experta en defensa de los derechos humanos enfatizó que es necesario combatir estas situaciones con denuncias, con la protección de la mujer y apoyo de las autoridades.