Por: Redacción

Hoy que vivimos en una sociedad violentada, indignada, desesperanzada y en la que los jóvenes se desenvuelven en un ambiente de inseguridad e impunidad, es necesario que los profesores les infundan los valores de libertad, respeto, tolerancia, negación a la violencia, progreso y paz, afirmó el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, al encabezar la comida por el Día del Maestro.

“Necesitamos volver a creer en México, en su justicia y su equidad. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que la vida universitaria se desarrolle con normalidad, y a ustedes les pido que hoy, más que nunca, procuren estar cerca de los jóvenes y dispuestos para ellos”, dijo a los académicos.

Ante 57 docentes con cinco décadas de servicio y siete profesores e investigadores eméritos galardonados este año, así como los exrectores Octavio Rivero, Francisco Barnés de Castro y José Sarukhán –a quien felicitó por haber recibido el Premio Tyler por Logro Ambiental 2017–, Graue destacó que “ésa es finalmente la verdadera esencia del magisterio que hoy celebramos: guiar a nuestros estudiantes por las rutas de la confianza, la esperanza, el saber y la verdad, para que se descubran y encuentren su lugar en la vida”.

La importancia de la labor docente, profundizó, es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para ser gobernados por los demás.

Los empeños de un académico están en crear y difundir el conocimiento, ya sea desde la docencia, la investigación o la difusión de la cultura. Y la transferencia generacional de esos conocimientos es lo que nos permite avanzar.

Las universidades y sus profesores son quienes comprueban la verdad que permite conocer el entorno, saber de dónde venimos, cómo estamos constituidos, cómo nos comportamos, a qué aspiramos, cómo disfrutamos y por qué morimos.

En la Unidad de Seminarios Ignacio Chávez, Graue Wiechers subrayó que los docentes deben ser y hacer algo más: orientar y dar luz con sus palabras, producto de sus experiencias y con las que forjan mujeres y hombres de provecho, con las que de manera generosa y formativa les permiten alcanzar la eternidad.

“Maestros son quienes se apresuran a dar sin reserva el buen consejo, el secreto recóndito, cuya conquista acaso ha costado dolor y esfuerzo. Alguien que ya pasó por distintas pruebas y no ha perdido la esperanza de escalar los cielos es un maestro”, resaltó al citar a José Vasconcelos.

“Ojalá pudiéramos transmitir a todos nuestros estudiantes, en los momentos que más lo requieren, esos secretos que nos ha dado la experiencia de vida y que es nuestra obligación compartir”, concluyó Graue Wiechers.