Por: Redacción/

Los dirigentes integrantes del Frente Auténtico del Campo instaron a los tres niveles de gobiernos (federal, estatal y municipal), a tomar las medidas necesarias para garantizar la vida y salud de los trabajadores del campo y de la ciudad, así como proteger sus derechos laborales.

Ante los crecientes efectos en México por el COVID-19 que ya infectó 53 personas y el número crece, los dirigentes del FAC: Francisco Chew Plascencia, Álvaro López Ríos, Federico Ovalle y Marco Antonio Ortiz, consideraron que los trabajadores no deben pagar los efectos del brote de coronavirus con medidas como despidos en los diversos sectores productivos como el de alimentos e incluso el turismo y agregaron que el trabajo desde casa y los horarios de trabajo flexibles no podrán ser pretexto para despidos.

Los integrantes del FAC retomaron el pronunciamiento que hizo la Federación Sindical Mundial, de la cual son miembros, para expresar su apoyo a los/las trabajadores-as del todo el mundo, que enfrentan consecuencias en su salud por el COVID-19.

La gran familia sindical que representa la FSM y en México el FAC, destaca la contribución heroica de los trabajadores y científicos de la salud, en los hospitales y otros servicios, que se esfuerzan para proteger la vida de los trabajadores y del todo el mundo en condiciones agotadoras y en sistemas de salud pobres e inadecuados.

Sin embargo, puntualizaron que se observan grandes lagunas en los sistemas de salud como resultado de las políticas de subfinanciación y comercialización por los Estados quienes no consideran la atención médica y la prevención como un derecho global sino como una mercancía generando enormes ganancias para las industrias farmacéuticas y de salud.

En cambio, los trabajadores y los estratos populares sufren las consecuencias del sistema capitalista bárbaro y están expuestos a riesgos contra sus propias vidas y la sobrevivencia de sus familias.

Por ello, reivindicaron la contratación de personal médico y de enfermería permanente así como la creación de nuevas estructuras de salud públicas.

Todos los servicios públicos deben estar totalmente equipados con el material necesario de desinfección y protección, proporcionado por el estado gratuitamente a la población.

Días libres adicionales con remuneración total y seguro para:

Trabajadores enfermos.

Trabajadores que se ven obligados a abstenerse de trabajar debido a medidas preventivas de emergencia.

Quienes deben cuidar a un niño enfermo o un miembro anciano de su familia.

Quienes se deben quedar con sus hijos en casa debido al cierre preventivo de escuelas y guarderías.

Medidas de protección sustanciales y adecuadas en todos los lugares de trabajo.

La especulación de las multinacionales y los monopolios contra los estratos populares se debe aplastar.

En la era del rápido desarrollo y avance tecnológico, existen todas las posibilidades científicas y productivas para la lucha eficaz y la protección de los pueblos contra las epidemias.

Finalmente, los dirigentes del FAC exigieron que todos los Gobiernos y organizaciones internacionales asuman medidas completas y sustanciales para la prevención contra la epidemia para garantizar la salud y vida de los trabajadores, así como sus derechos laborales.