• Para mejorar la salud de este grupo, además del autocuidado, es necesario sensibilizar al resto de la población, hablar del tema, derribar mitos y alentar la prevención, el tratamiento oportuno y la escucha activa.

Por: Redacción/

Durante la pandemia, los adultos mayores deben buscar el apoyo de expertos en salud mental para prevenir situaciones de violencia doméstica o abandono, recomendó el doctor Carlos Contreras Ibáñez, académico de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

“Resulta de vital importancia acudir a especialistas antes que alguna de estas situaciones estalle, porque un episodio de violencia es un fenómeno parecido a un síntoma que expresa que algo está mal en el fondo y cuesta mucho trabajo entender lo que pasó para empezar a componerlo.

“Cuando noten que una relación no es satisfactoria es el momento de acercarse a las personas que hacemos cosas por la salud mental de la comunidad para hallar otras formas de relacionarse con la familia, un aspecto que deberíamos cultivar”, dijo el investigador del Departamento de Sociología durante el Ciclo de conversatorios: Las personas adultas mayores en el contexto de la COVID-19, organizado por el Instituto Nacional de las Personas Adultas mayores (INAPAM) y la Coordinación General para el fortalecimiento Académico y Vinculación de la UAM.

El también coordinador del Laboratorio Divisional de Cognición Social de la Unidad Iztapalapa indicó que salud mental “no es la ausencia de enfermedad, sino la capacidad de disfrutar de las cosas buenas que va poniendo la vida, mientras se reconocen y se atienden los aspectos negativos, que también son parte de la misma”, por lo que no implica necesariamente “estar siempre en las mejores condiciones, pues la puede tener alguien con cáncer o con males crónicos avanzados”.

El doctor Contreras Ibáñez conminó a dejar de asumir que sufrir es obligatorio “o algo que nos toca porque así está designado por alguna entidad superior”.

El médico psiquiatra Elí Elier González Sáenz, adscrito a la Dirección de Gerontología del INAPAM, mencionó que los impactos psicológicos de las medidas que restringieron la movilidad provocaron entre adultos mayores estrés o ansiedad, lo que ha sido difícil en particular para aquellos que presentan un deterioro cognitivo o demencia.

Para mejorar la salud de este grupo, además del autocuidado, es necesario sensibilizar al resto de la población, hablar del tema, derribar mitos y alentar la prevención, el tratamiento oportuno y la escucha activa.

“En el Instituto cuidar de la persona mayor se entiende más allá del manejo médico tradicional de la enfermedad y hace hincapié en la capacidad funcional y en la calidad de vida, pues mientras se avanza se debe considerar que las actividades de prevención deben realizarse al mismo tiempo que la recopilación de datos”.

La maestra Ana Shizue Aoki Morantes, académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien presentó su proyecto doctoral La estimulación cognitiva mediante videoconferencias en las personas adultas mayores durante el confinamiento derivado de la pandemia por COVID-19, señaló que durante la crisis sanitaria la atención de especialistas a esta población se vio detenida aun cuando muchos de ellos presentaban patologías graves, lo que la llevó a intervenir a distancia, logrando que migraran rápidamente, apoyados por un teléfono inteligente, para realizar videoconferencias en la plataforma Zoom.

“De los 14 participantes, 85 por ciento terminó el proceso, con lo que se confirmó la factibilidad de aplicar recursos no tan complicados para dar continuidad a la atención de adultos mayores en estas circunstancias”, precisó Aoki Morantes en el encuentro moderado por Elia Aquino Moreno, responsable de Emprendimiento de la Coordinación General para el fortalecimiento Académico y Vinculación.