Por Redacción

Sacar de circulación en menos de tres años a la totalidad de microbuses que hoy transitan en la Ciudad contaminando severamente y, en muchas ocasiones, poniendo en riesgo a sus usuarios, marcará un antes y un después en materia ambiental y de movilidad en la Ciudad de México, así lo aseguró el presidente del PRD-CDMX, Raúl Flores, quien celebró el anuncio hecho por el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, respecto a que a partir de ya prohibirá la entrega de nuevas concesiones a microbuses, lo que significa el fin de una era en la capital del país.

El dirigente perredista indicó que tras este anuncio que establece que la renovación de los permisos será únicamente para unidades ecológicas y de última generación, queda claro que las pretensiones políticas no pueden ni deben estar por encima de las acciones de gobierno que buscan dignificar la manera en que las y los capitalinos se desplazan. En este sentido, señaló que si alguien tiene o se ha beneficiado de una organización de microbuseros, lo mejor que puede hacer es asumir con responsabilidad y seriedad las reiteradas recomendaciones que han hecho institutos como el Centro Mario Molina o la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la urgencia de destinar recursos para ampliar la red de transporte público y de transitar a un esquema de transporte ecológico con unidades híbridas o eléctricas.

“Con este anuncio el gobierno de la Ciudad de México, a diferencia del resto de los gobiernos de las entidades que conforman la Megalópolis, deja claro su firme y real compromiso de enfrentar el problema de la contaminación y del complicado congestionamiento que padecemos diariamente los habitantes de la ciudad, con una medida que tiene metas definidas, plazos y presupuesto, pues una estrategia sin esos tres ingredientes sólo es un paliativo que nada soluciona a largo plazo”.

Enfatizo que en contraste con lo que hacen otras entidades como el Estado de México, que favorece el transporte caro, ineficiente y fraccionado; la Ciudad de México pone la vara alta respecto a lo que deben hacer otras ciudades del país, incluso más contaminadas, para evitar que el destino de las personas quede en manos de los pulpos transportistas.

“Ahí es donde nos gustaría que las políticas públicas se emparejaran, que bueno que la ciudad tiene políticas de avanzada en materia de transporte y movilidad, pero sería aún mejor si gobiernos como el del Estado de México tomará a la CDMX como ejemplo y decidiera también sacar de circulación a los microbuses y a los chimecos. Ya no podemos permitir que el Estado de México inunde nuestros paraderos con estas unidades que, desgraciadamente, son la gran mayoría de su red de transporte público. Los contaminantes no saben de fronteras y si Eruviel Ávila sigue omiso y negligente ante la problemática ambiental, las y los capitalinos continuaremos pagando el alto costo de ello con nuestra salud”.

El dirigente local perredista afirmó también que retirar los microbuses favorecerá a que haya nuevas rutas, que haya itinerarios fijos en las mismas, que haya orden en los paraderos, que no se pierdan horas enteras por el afán de los choferes de llenar las unidades, y que haya un flujo constante con planeación adecuada.

Pugnó porque esta idea ayude a desaparecer la imagen de los choferes jugando a las carreritas invadiendo carriles e incluso ocasionando muertes por el afán de ganar el pasaje; desaparecer el concepto de hombre-camión al lograr que los operadores tengan un sueldo fijo que evite el canibalismo por el pasaje.

“Seguramente habrá quienes no quieran que las cosas cambien, sabemos lo que ha hecho por ejemplo Avelino Méndez en Xochimilco, que lo único que ha ocasionado es perpetuar el tema de los microbuseros, pero creo que tratar de aprovechar las clientelas en detrimento de la salud y de la movilidad de las personas no es válido. Por eso el PRD tiene que ir en la ruta de cambio, de estar de lado de la gente y no de quienes tienen supuestos controles corporativos que al final del día no benefician ni electoral ni socialmente a la población”.

Finalmente, Raúl Flores dijo que la Constitución de la Ciudad de México debe enmarcar que cualquier avance tecnológico en materia de movilidad y sustentabilidad se convierta en una política pública metropolitana para impedir lo que pasó con el tema del Hoy no Circula, en el que todos los gobiernos de la entidades que conforman la Megalópolis, excepto el de la CDMX, se hicieron de la vista gorda sin que nadie los haya podido obligar a comprometerse con la salud y el bienestar de la ciudadanía.