• El coordinador de los diputados del PAN, destacó la fuerza del bloque opositor al evitar que se llevara a cabo un periodo extraordinario para discutir la revocación de mandato

Por: Redacción/

El coordinador de las y los diputados del PAN, Juan Carlos Romero Hicks, afirmó que a unos días del tercer informe de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, suman más “los distractores, las ocurrencias y el aliento a la polarización de la sociedad que las obras y los resultados efectivos en favor de las familias mexicanas”.

En un comunicado, destacó la fuerza del bloque opositor al evitar que se llevara a cabo un periodo extraordinario para discutir la revocación de mandato, y vulnerar la división de poderes por “complacer caprichos presidenciales”, mientras el país está sumido en las graves crisis de inseguridad, corrupción, educación, salud y economía.

“La lección que ha quedado clara atrás de este episodio, es que la estabilidad política del país no puede estar sujeta al capricho, a la presión o la urgencia del Presidente de la República”, abundó.

Dijo que las y los legisladores de cualquier signo político, incluso los que pertenecen al gobierno en turno, tienen la obligación de representar con honor a uno de los tres poderes de la República, por lo que es indigno que inclinen la rodilla para acceder a los designios del gobernante.

Aseguró que a la mitad del camino del actual sexenio los representantes populares son un termómetro de lo que reclama la sociedad para que se conozcan y atiendan los lamentables dramas familiares que se viven a diario por los internamientos hospitalarios y las pérdidas de vidas humanes a consecuencia de los contagios de Covid-19, y esto no únicamente por la letalidad del virus, sino por la criminal ineficiencia burocrática de nuestras autoridades de salud y su errática estrategia.

Sin embargo, en las pasadas semanas no se ventiló públicamente este drama y en cambio se dedicaron sesiones a definir el desafuero de dos legisladores, cuando esto pudo haberse resuelto en máximo dos días, como finalmente ocurrió.

Recordó que en junio de 2020, cuando el brote de la pandemia por Covid-19 iba en ascenso y bajaba la popularidad presidencial, el Presidente respondió con la denuncia del Bloque Opositor Amplio (BOA) del que nadie supo su origen, ni siquiera el mismo aparato de inteligencia del gobierno.

Sostuvo que para ocultar la torpeza en la compra de medicamentos y el desabasto en el sector salud, se trasladó el error a las empresas farmacéuticas; se les acusó de corruptas y de encabezar un sabotaje en el sector.

Frente al lamentabilísimo accidente de la Línea 12 del Metro o las denuncias de actos de corrupción de miembros del gabinete o de la familia presidencial, desde “la mañanera” el país entró a un proceso de sucesión adelantada o vivimos eternidades con la discusión sobre la ampliación del periodo del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

“Y así hemos tenido por semanas las promociones de la rifa del avión presidencial sin avión, una fallida consulta popular que no estuvo dirigida a enjuiciar a expresidentes, sino a “actores políticos del pasado”; enormes pérdidas de tiempo y del trabajo de los mexicanos en ocurrencias y distractores desde Palacio Nacional”, agregó.

Por esto, al comenzar la segunda parte de la administración, Romero Hicks urgió que cesen las ocurrencias, los distractores y que el Ejecutivo rinda cuentas sobre la solución a los agudos problemas que aquejan al país y ponga en marcha las acciones efectivas que solucionen a fondo la crisis económica, de empleo, la pobreza, la salud, la educación, la corrupción y de inseguridad que padecen la inmensa mayoría de las y los mexicanos.