• Para las organizaciones, está situación es una consecuencia de la intensificación de la militarización y el cambio de estrategia de seguridad pública que se dio desde el gobierno de Felipe Calderón.

Por: Oscar Nogueda/

Organizaciones de la Sociedad Civil señalaron que la creciente disponibilidad de armas de fuego en el país ha “reconfigurado” la violencia contra las mujeres y la comunidad LGBTTI.

En la presentación del informe “Violencia de Género con armas de fuego en México”, la organización Intersecta, Data Cívica, Equis Justicia para las Mujeres y el Centro de Estudios Ecuménicos estimaron la existencia de 15 millones de armas de fuego en México, así como el uso de estos artefactos para el asesinato de mujeres y personas de la diversidad sexual.

En el 2006, 3 de cada 10 mujeres fueron asesinadas con armas de fuego, sin embrago, en la actualidad, 6 de cada 10 mujeres fueron víctimas mortales de dichas armas. Cabe destacar que en Colima y Guanajuato, las mujeres asesinadas por estos objetos aumenta a 8 de cada 10.

Para las organizaciones, está situación es una consecuencia de la intensificación de la militarización y el cambio de estrategia de seguridad pública que se dio desde el gobierno de Felipe Calderón.

En el caso de la comunidad LGBTTI, las mujeres trans en situación de vulnerabilidad y trabajadoras sexuales son las mayores víctimas de esta violencia, ya que 5 de cada 10 mujeres trans son asesinadas con armas de fuego. Además, existen varios obstáculos para acceder a la justicia cuando son agredidas.

“La violencia armada ha generado grandes pérdidas humanas y sufrimiento. Si bien es difícil estimar esta violencia más allá de los homicidios, los datos disponibles no consuelan. Estos muestran que las armas de fuego han llegado a las viviendas, las escuelas, los trabajos y las comunidades”, apuntó Intersecta.

Según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016, 24 mil 469 mujeres mencionaron ser lastimadas por un arma de fuego o blanca en su entorno comunitario, siendo los perpetrados personas desconocidas.

Asimismo, 102 mil 424 mujeres declararon haber sufrido violencia con este tipo de armas en su familia, 14 mil 32 en la escuela y 42 mil 484 en su trabajo.

“La violencia armada no sólo afecta a las personas que reciben los disparos, sino también a sus familias, particularmente a mujeres, niñas y niños, quienes asumen, por ejemplo, trabajos de cuidado adicionales tras la pérdida de sus personas cuidadoras y proveedoras principales”, externó Intersecta.

Por último, la organizaciones llamaron a abordar el tema de las armas de fuego desde una perspectiva de género interseccional y de cuidados , atendiendo las propuestas de las víctimas y expertas.