Por: Redacción/

El 24 de septiembre de 1982 se creó el primer recinto museístico vivo de México: el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP), único en su tipo, dedicado a las expresiones de la cultura popular y sus raíces indígenas y afromestizas.

Ubicado en el corazón de Coyoacán, en la Ciudad de México, este espacio abrió sus puertas para mostrar los múltiples rostros de las culturas y portadores de las tradiciones, costumbres y transformaciones artísticas que enriquecen nuestro patrimonio nacional.

Durante su gestión como director General de Culturas Populares de Conaculta (hoy Secretaría de Cultura), Leonel Durán Solís materializó la idea de este proyecto que venía gestándose desde hacía tiempo. Designó al antropólogo Guillermo Bonfil Batalla como su fundador y primer director.

Bonfil Batalla, junto con un grupo de colaboradores, impulsó este proyecto con la finalidad de “exponer los propios logros de la vida de un pueblo, un museo vivo donde participen los creadores”, dijo el antropólogo.

Este recinto ha tenido el propósito de ser un espacio abierto a la diversidad, al diálogo intercultural, al reconocimiento y respeto a la pluralidad de las culturas de México, mediante la difusión, documentación y promoción de iniciativas de los creadores de las culturas populares de nuestro país.

Lluvia Sepúlveda Jiménez, actual directora, señaló que se convirtió en un emblema “para todos los que somos estudiosos de museos. Porque planteaba una nueva forma de entender a una institución museística, cómo se expone el patrimonio y se habla de la cultura popular”.

La directora explicó que, en sus inicios este lugar fue sui generis, pues en él se abordaban las culturas indígenas y urbanas desde la realidad mexicana, en un momento donde lo normal era hablar de arte, pero desde la “alta cultura”.

Cientos de exposiciones temporales e itinerantes, talleres, conciertos, presentaciones de libros y discos, teatro, danza, gastronomía y exposiciones artesanales, entre otras expresiones culturales que nacen de las distintas regiones y entidades de México, han ocupado las salas de exposiciones y patios de esta construcción de influencia europea, catalogada como monumento histórico y edificada a finales del siglo XIX y principios del XX, durante la época del Porfiriato.

“Es un museo maravilloso, hay gente colaboradora de mucha experiencia que conoce muy bien su trabajo y eso facilita estar al frente. Hacer un museo es un trabajo en equipo, horizontal, donde cada participante es fundamental para ofrecerle al público una experiencia agradable durante su visita”, comentó Sepúlveda Jiménez.

El museo abrió sus puertas en septiembre de 1982 con la exposición “El maíz, fundamento de la cultura popular mexicana”, en la que se invitó a reflexionar sobre esta semilla ancestral y las transformaciones respecto a su valor cultural y económico.

En adelante se expusieron temas en torno diversos elementos de nuestra cultura como los obreros, los pescadores, el barrio de Tepito, el teatro, la lucha libre, el muralismo, el arte chicano, los fotógrafos ambulantes, el circo, los nacimientos, el arte popular, entre muchos otros temas que han llevado al visitante a reconocer la diversidad cultural de México.

Lo que se quiere lograr, apuntó Lluvia Sepúlveda, es adelgazar la brecha entre la llamada ‘alta cultura’ y la ‘baja cultura’, entre las bellas artes y el arte popular, con el objetivo de no dejar a nadie atrás. “Y esto también va encaminado a la no discriminación, al no racismo y comprender que la diferencia es parte intrínseca de nuestro país”.

Una de las metas es que los jóvenes de comunidades que dialogan con las artes visuales y las artesanías o la innovación en el diseño tengan un lugar aquí y “volvernos a posicionar como el gran Museo Nacional de Culturas Populares que siempre ha sido”, apuntó su directora.

Como muestra de esta visión, el pasado 3 de julio, abrió al público Toledo ve, exposición del maestro Francisco Toledo (17 de julio de 1940 – 5 de septiembre de 2019) la cual extenderá su periodo de exhibición hasta el domingo 10 de noviembre del presente año.

En estos meses ha recibido cerca de 32 mil visitantes de todas las edades. Se integra por 826 piezas de pequeño a gran formato y abarca desde artículos de la vida cotidiana que le sirvieron de inspiración al maestro Toledo, bocetos, prototipos, modelos y objetos intervenidos, hasta obras múltiples y piezas únicas de su autoría.

En torno a la exposición Toledo ve, se seguirán desarrollando actividades académicas, talleres, ciclos de cine y visitas guiadas que serán anunciadas en las redes sociales y en la página web del museo.

Para estas y otras actividades, el MNCP cuenta con varios patios al aire libre, además de las salas de exposiciones Guillermo Bonfil Batalla, Cristina Payán, María Sabina y Quinta Margarita 1 y 2. Asimismo, alberga al Centro de Información y Documentación “Alberto Beltrán” que, al igual que el Museo, dependen de la Dirección General de Culturas, Populares, Indígenas y Urbanas, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.

El museo se encuentra ubicado en Av. Hidalgo 289, colonia Del Carmen, Coyoacán, Ciudad de México. Su horario es de martes a domingo de 10:00 a 20:00 horas. El costo de acceso al público es de 15 pesos, excepto los domingos, que es libre.