Por: Redacción/

El Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), señaló que es urgente y necesaria una nueva revisión del etiquetado de alimentos, que actualice y armonice su contenido, incluyendo información relevante, clara, concisa e incluyente con base en las necesidades nutricionales de las y los mexicanos.

La medida forma parte de la política integral para una alimentación saludable, y de la estrategia de combate al sobrepeso y la obesidad, que impulsa el Gobierno de México. Por ello, el DIF sostuvo que considera indispensable analizar alternativas y proponer mecanismos que guíen la decisión de compra y apoyen la orientación alimentaria sobre el consumo de alimentos, pues la ambigüedad de información en el etiquetado actual dificulta la interpretación de datos nutricionales.

“En el reciente fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con relación a mantener vigentes los lineamientos de 2014 para etiquetado nutrimental de alimentos, no se tomaron en cuenta recomendaciones de instancias internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), además de instituciones nacionales, especialistas y expertos, basadas en evidencia científica que comprobó la insuficiencia de la información contenida.” indicó la dependencia.

El DIF reconoció que, para que una persona sepa qué significa cada término de nutrientes y unidad de medida, la información nutricional proporcionada en la etiqueta de un producto alimenticio debe ser comprensible, lo mismo que la relación entre nutrientes y su función en el cuerpo, a fin de lograr una alimentación saludable.

“Un consumidor informado está protegido y puede tomar decisiones correctas en la compra y consumo de alimentos; tiene derecho a saber el contenido de nutrientes de los alimentos, sus beneficios o perjuicios a la salud. En la práctica, la etiqueta puede ser incluso la única fuente disponible de esta información”, puntualizó.

Un estudio realizado en 2010 por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), concluyó que el contenido actual del etiquetado es “deficiente” e “incomprensible” para la población mexicana; por ello, ante la pandemia de obesidad, sobrepeso y diabetes que enfrenta el país, debe ser modificado.