• Rommel Pacheco aseguró que, aunque la cita en la capital japonesa se encuentra a ocho meses de distancia y aún con incertidumbre, el recorrido para llegar se visualiza “arduo”.

Por: Redacción/

El nombre de Rommel Pacheco Marrufo posee un lugar privilegiado en el deporte de nuestro país, pues a lo largo de sus 25 años de carrera profesional, es uno de los máximos exponentes de clavados nacionales; no obstante, el yucateco persiste en coronar su carrera con una medalla olímpica, anhelo que no pierde de vista rumbo a Tokio 2020.

En charla con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), Pacheco Marrufo, que el año pasado le dio a México su tercer boleto a Juegos Olímpicos durante los Campeonatos Mundiales de Natación FINA en Corea del Sur, destacó que, pese a que la justa se retrasó debido a la pandemia por covid-19, el ánimo no ha decaído y se mantiene en la lucha de ponerle su nombre a la plaza y entrar en la competencia por el podio en Japón.

“Inicié el año contento, motivado porque era año olímpico, con muchas ganas de estar en Tokio, representando a nuestro país, pero apareció la pandemia y trajo muchos cambios. Primero fue mover los Juegos Olímpicos, la cancelación de competencias; toda la planeación y el trabajo realizado para llegar a Tokio se alteró, pero lo que nunca ha muerto y no he dejado, es el sueño olímpico y esa medalla”, destacó.

El especialista en clavados de trampolín tres metros, detalló que durante estos largos meses de confinamiento se ha mantenido ejercitado con rutinas en casa y que, desde hace dos semanas, ha tenido un regreso paulatino a la fosa, con lo que espera pronto entrenar de manera regular para cuando se reanuden las actividades, poder continuar con el trabajo.

“En cuanto cambiaron la fecha he seguido entrenando y preparándome, obviamente de una manera muy distinta a lo que estaba acostumbrado, ya no pude estar en la fosa de clavados haciendo acrobacias, sino que toda la pandemia me mantuve en casa haciendo ejercicio porque no puedo perder mi condición física al 100 por ciento, pero lo importante, en la manera de lo posible, es mantenerme para que en cuanto reactiven otra vez, empezar de lleno, seguir con la preparación rumbo a la clasificación a los Olímpicos, el sueño y la esperanza ahí están”, expresó el yucateco.

“Sí estoy emocionado, los primeros días que toqué el agua, me sentí contento, llevo muchos años en el deporte y a veces piensas que ya es rutina o que ya no te gusta tanto, pero el volver a comenzar, volver a sentir el trampolín, caer al agua, estar corrigiendo, me doy cuenta que verdaderamente me gusta lo que hago, no por nada llevo tantos años con tanta dedicación, me da gusto poder hacer lo que me apasiona y seguir preparándome”, mencionó.

Arduo camino rumbo a Juegos Olímpicos 

Rommel Pacheco aseguró que, aunque la cita en la capital japonesa se encuentra a ocho meses de distancia y aún con incertidumbre, el recorrido para llegar se visualiza “arduo”, pues previamente se disputará un Campeonato Nacional, para conformar el representativo mexicano, y posteriormente una Copa del Mundo en abril como último preolímpico.

“Tiene que haber un Nacional para conformar esa selección que todavía no nos han definido, mientras más pronto lo sepamos, será mejor, para poder hacer una planeación estratégica de tiempos; estoy en expectativa, pero mientras, preparándome dentro de lo posible, ya que no hay competencias hasta el próximo año.

“Sí hay duda (de que se realicen los Juegos Olímpicos), hay incertidumbre y no hay una certeza, pero por mi parte lo que me queda es prepararme pensando en que sí se van a realizar, y si no llegan, no me va a afectar, al contrario, me mantengo físicamente bien, saludable y es tener la esperanza de que sí se van a hacer, ojalá sea así y que todo se vaya regularizando sin que tenga un impacto negativo, porque me gustaría mucho estar en Tokio, ganando por México”, puntualizó.