Por: José Manuel Mota Fernández/

Los Tiburones Rojos de Veracruz, sin posibilidad alguna de meterse a la liguilla y en lo más bajo de la tabla de cocientes, tienen una preocupación fuera del terreno de juego la cual, en caso de no resolverse antes del tres de diciembre, les puede costar la desafiliación de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) pero, ¿Qué pasaría con jugadores, directivos y la plaza de los escualos?

De acuerdo con los reglamentos federativos de la FMF, la parte más afectada sería Fidel Kuri, dueño del equipo veracruzano, pues según dice el artículo 70 del reglamento “Afiliación, nombre y sede”, una vez que una persona sea desafiliada, nunca podrá solicitar una nueva afiliación a la FMF.

Esto quiere decir que Kuri Grajales no podría registrar a ningún equipo en ninguna categoría perteneciente al órgano rector del balompié mexicano y tampoco participar en algún puesto administrativo de cualquier otra institución que pertenezca a la Femexfut.

En el caso de los jugadores que conforman al Club Veracruz en todas sus categorías, incluyendo al representativo femenil, quedarían libres para contratarse con cualquier otro equipo únicamente dentro del tiempo que abarque el mercado de traspasos, sin representarle una ganancia a su anterior institución.

Cabe señalar que, en caso de que los jarochos se queden en la Liga MX, no podrán comprar ni vender jugadores hasta que salden la deuda con el jugador Matías Cahais, quien denunció al equipo de Kuri ante la FIFA, misma que le impuso el castigo al cuadro del puerto.

Acerca de los directivos, llámese a ellos “Director Deportivo”, “Entrenadores”, “Preparadores Físicos”, “Doctores” y demás puestos deportivo-administrativos y administrativos, también podrían buscar un nuevo equipo para integrarse a partir del siguiente torneo, el cual dará cierre a la temporada 2019-2020.

Por último, la plaza que actualmente ocupan los Tiburones Rojos de Veracruz en la primer división del futbol mexicano tiene dos caminos: El primero de ellos es desaparecer, lo que provocaría un reajuste en la calendarización para el siguiente torneo que se jugaría con 18 equipos. 

También está lo opción de que una persona, que demuestre que tiene la solvencia económica para adquirir y mantener al equipo lo compre, para que este se quede en el máximo circuito del futbol ‘Azteca’, pero previamente debe ser analizado y aprobado por la asamblea de dueños de la Liga MX.

Por lo pronto, los jarochos deberán jugar su último encuentro del Apertura 2019 el próximo 23 de noviembre en contra de las Chivas.