Por: Redacción/

El aplazamiento de los Juegos Olímpicos Tokio 2020 dará a Alejandra Romero el tiempo necesario para terminar de adaptarse a su cambio de categoría.

La seleccionada nacional de lucha estilo libre pasó 58 a 62 kilogramos y buscará aprovechar los siguientes meses para alcanzar su mejor forma deportiva.

“Fue difícil el proceso pero ya era complicado bajar de peso; tomé la decisión de subir porque es lo mejor para mi salud. Esta prórroga para los Juegos me servirá para prepararme mucho mejor”, comentó.

Bonilla tiene sólo una oportunidad de conseguir su boleto a Tokio.

“Necesito ser finalista en el Preolímpico Mundial y creo que puedo conseguirlo, todas las competidoras estaremos en igualdad de circunstancias y participaré muy optimista”.

El de Tokio es el segundo ciclo olímpico de Romero, quien también buscó visa para Río de Janeiro.

“Para Brasil estaba muy joven, aunque tuve buenos resultados a nivel internacional creo que me apresuré y además tuve una cirugía. Ahora me siento mejor, mucho más madura y lista para los retos que se avecinan”.

Alejandra ha sido intervenida quirúrgicamente del codo en tres ocasiones, por lo que ha tenido que ser muy paciente.

“Todo valió la pena, los recesos necesarios y la rehabilitación, al final quedé perfecta y lista para buscar mi máximo sueño que es participar en unos Juegos Olímpicos”.