Por: César Domínguez

Los All Blacks lograron descifrar el cerrojo defensivo del cuadro sudafricano, que sorprendió al ponerse en ventaja la mayor parte del encuentro, pero los disparos ejecutados por Dan Carter, los catapultaron a la final del certamen.

Los Springboks (como se le conoce al cuadro africano) buscaron desde el primer minuto hacerle frente al actual país campeón de este deporte. Un penal bien ejecutado por Handré Pollard, le dio esperanza de triunfo a los sudafricanos, pero este inicio sería apagado de inmediato con el try de Jerome Kaino, apenas tres minutos después y ahí daría inicio la buena noche de Dan Carter.

Pero ese inicio, dio pie al contrataque de los Springboks quienes se fueron con todo al ataque y con embates poco agresivos, se instalaban en zonas que aprovecharían para ponerse en ventaja gracias a los penales acertados de Pollard.

Para el complemento los neocelándeses, saltaron al campo de Twickenham con la tarea de abrir el cerrojo africano y el primero en hacer fue de nueva cuenta, Dan Carter, quien con un drop acercó a su equipo en el marcador. Nueva Zelanda se fue con todo al ataque y no dejo de buscar llegar al ingoal de Sudáfrica, siendo Ma’Nonu el que abrió el mar de jugadores africanos y dejó a Beauden Barret solo para tenderse en el césped y darle la vuelta en el marcador.

Los Springboks buscaron acortar distancias y lo lograron con otro penal de Pollard, pero esto no fue suficiente, ya que los All Blacks se alejaron gracias a un penal cobrado por Carter, dejando difícil la situación para Sudáfrica, que terminó su actuación con un penal cobrado por Pat Lambie.

Con este triunfo, Nueva Zelanda ya tiene su lugar asegurado en la final del Mundial de Rugby, donde buscarán revalidar el título del campeonato pasado, aunque falta conocer al rival que saldrá del duelo entre Argentina y Australia.