• El permanecer en casa y regresar al lugar donde comenzó a formar su carrera deportiva es una de las situaciones que más ha aprovechado el pugilista.

Por: Redacción/

El pugilista mexiquense, Yoali Mejía Mosqueda, inicia este 2021 con grandes expectativas y con la confianza de lograr la plaza para México en el Preolímpico Americano de la especialidad, que se llevará a cabo en Buenos Aires, Argentina del seis al 13 de mayo, evento que repartirá 33 cuotas para hombres y 16 para mujeres a tierras niponas.

“Yo voy a dar lo mejor de mí, eso me ha llevado a lugares donde estoy hoy en día, voy a dar lo mejor, paso por paso; primero voy a ir a ese Preolímpico, voy a pensar pelea por pelea, tengo la oportunidad de conocer a posibles rivales que me van a tocar en el evento y me siento con un buen nivel para competirle y ganarles, de eso sí me siento seguro de hacer un buen papel y ese es el principal objetivo: dar la plaza olímpica a mi país”, externó el especialista en los 52 kilogramos.

Para cumplir con este objetivo, el medallista en los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 2018, compartió a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), que continúa con su preparación bajo las indicaciones de su entrenador y tío Jorge Mosqueda.

“Tuve la oportunidad de entrenar en el gimnasio de mi tío (Jorge Mosquera), es la persona que me inició en el boxeo, pero la situación se complicó mucho y tuvimos que cerrar el gimnasio; fueron dos meses que estuve en la casa, entrenando, y dos meses después tomamos el riesgo de continuar con la preparación a puerta cerrada, nos incorporamos a los trabajos, tengo un hermano menor que boxea y él es el que me está apoyando en mis entrenamientos, en los sparrings donde se necesita del apoyo de otro compañero y desde entonces no hemos parado”.

El permanecer en casa y regresar al lugar donde comenzó a formar su carrera deportiva es una de las situaciones que más ha aprovechado el pugilista, ya que le ha ayudado a identificar sus errores, analizar su golpeo y mejorar los detalles técnicos.

“Me he sentido bien, también he aprovechado el tiempo, en mi caso, estoy con la persona que me formó, con la que más me identifico y con la que más me siento cómodo, estamos aprovechando el tiempo al máximo, trabajando en el gimnasio. Mi tío me ayuda a mejorar las cosas qué vemos, en lo que estamos fallando, qué falta por pulir y eso es una gran ventaja que trato de aprovechar”.

Yoali Mejía recordó el momento en el que obtuvo el triunfo, por decisión unánime, ante el tapatío Erick López, en la eliminatoria que se realizó en las instalaciones del Comité Olímpico Mexicano (COM), última pelea que tuvo el mexiquense en el 2020.

“Tuve una eliminatoria que fue el cuatro de marzo, ahí fue donde conseguí mi lugar para el Preolímpico, ahí obtuve el derecho para representar a México en la categoría de 52 kilogramos, esa fue mi última pelea del año porque una semana después se presentó lo de la pandemia y nos mandaron a nuestros estados”, compartió.

Sus inicios en el boxeo 

Yoali Mejía se describe como una persona que siempre le gustó el deporte, sobre todo aquellos que le exigen; sin embargo, el boxeo no era una de las disciplinas por las cuales mostraba un gusto, pues durante 11 años practicó futbol.

“Yo detestaba el boxeo, no me gustaba para nada, no me gustaba verlo, es más no me llamaba la atención practicarlo, siempre me gustó el deporte y durante 11 años practiqué el futbol, me gustaba mucho y varias veces me invitaron a las fuerzas básicas del Cruz Azul y de Monterrey, pero era un gasto fuerte y yo vengo de una familia humilde que era imposible que me pagarán una escuela así; empecé a hacer ejercicio para cambiar mi cuerpo y en ese entonces mi hermano menor entró al boxeo, a los 11 años, me tocaba llevarlo al gimnasio y yo aprovechaba para agarrar los aparatos”.

En ese momento, su percepción por el boxeo fue cambiando poco a poco, pues el ver los entrenamientos de su hermano le llamó la atención. “Vi a mi hermano entrenar junto con sus compañeros que estaba en ese momento y me llamó la atención, le pregunté a mi tío su podía intentar aprender el boxeo, a ver sí se me daba y así fue como comenzó todo”.

El venir de una familia de boxeadores ha sido una motivación extra pues con emoción recordó que su abuelo y su tío fueron grandes figuras del torneo Guantes de Oro. “Mi abuelo, el papá de mi mamá y de mi tío fue campeón de los Guantes de Oro en el 64 y mi tío fue subcampeón, de hecho, estuvo en la selección del ejército y también gano torneos distritales y de primera fuerza, entonces ya viene de familia esto del boxeo”, puntualizó.