Mi Argumento: Pese a todo, Kuri mantiene a sus Tiburones en primera

Por: José Manuel Mota Fernández/

Se acabó la temporada, Tigres fue campeón otra vez y recibimos la noticia de que la campaña 2019-2020 se va a jugar con 19 equipos incluyendo a los Tiburones Rojos que descendieron y se le dio una nueva oportunidad a unos directivos que no han aprovechado estar en la máxima categoría y que han hecho ver muy mal al cuadro jarocho.

Tenemos que empezar con recordar que nunca en su historia ha ascendido por méritos deportivos. En 1964 fue una expansión, en 1989 compraron Potros Neza, en el 2001 se llamaron ‘Verapuato’ que era un híbrido de Veracruz e Irapuato que se dio después de que la ‘Trinca Fresera’ ascendió y jugó en el Heroico Puerto de Veracruz. En el 2002, fue por una promoción y ahora, la plaza que ocupan desde el 2013 le pertenece a los Reboceros de La Piedad.

Hay que recordar que también los desafiliaron en el 2010 por deudas y en el 2011 Javier Duarte compró a los Albinegros de Orizaba para llevarlos al puerto.

No puedo asimilar que un equipo (por culpa de sus dueños) con tantos problemas, irregularidades y sanciones siga defraudando a sus fieles seguidores y desprestigien un histórico estadio como lo es el ‘Pirata’ Fuente.

Sí, yo sé que el nuevo reglamento les permitió pagar 120 millones de pesos para quedarse y ejercieron su derecho de hacerlo y está bien, pero la Federación tiene que analizar mucho más para que un club se quede o acceda a la máxima categoría, no solo el aspecto económico y ejemplos de su indisciplina hay muchos.

Tenemos un equipo que cada vez que hay un juego importante sobrevende localidades sin importar los riesgos que esto implica y que está estrictamente prohibido en varios reglamentos de la Liga MX.

Es una institución que tiene en el olvido a su estadio que, tal y como lo denunciaron muchos medios de comunicación, que ha permitido el acceso de drogas y armas a un lugar que supuestamente tiene que ser familiar y que ya no lo es. Recordemos que fue sede de una de las peleas más grandes que se ha visto en el futbol nacional en los últimos años. 

Y sus directivos son los principales responsables de todo esto. Fidel Kuri, el dueño, pagó dos años de castigo por golpear a Edgardo Codesal y burlarse de un miembro de la prensa, pero no sé cómo, tuvo el poder suficiente para estar donde él quería y cuando quería, incluso llegó en supuesto estado inconveniente a la FMF a recoger a su hijo aunque no podía estar ahí.

También la Femexfut los ha dejado hacer todo con castigos muy suaves o bien, deciden no investigar a fondo como el caso de supuesta pedofilia que se presentó en las fuerzas básicas de este equipo y que pasó prácticamente desapercibido por la Liga MX y por la Federación Mexicana de Futbol.

Si sumamos todo lo que pasó en este torneo, nos damos cuenta de que la administración y organización es un caos y el Clausura 2019 es el ejemplo perfecto: Perdieron todos sus puntos (que nada más eran cuatro), FIFA los multó por adeudos con Montevideo Wanderers, Cristian Fabbiani los denunció porque no le pagaron lo que le prometieron en el 2018 y ahora, su pretemporada no se ha llevado a cabo de manera correcta porque desde hace cuatro meses no le pagan a sus jugadores.

Con todo eso y los problemas que siguen saliendo, se tiene que analizar si en verdad los Tiburones Rojos deben seguir en la primera división.

Material consultado: