Por: Redacción/

Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda a la población disminuir la ingesta de sal, debido a que su consumo excesivo representa riesgos para la salud, en el deporte, sus máximos exponentes pueden incrementarla para compensar la que pierden a través del sudor durante la activación física.

Por lo anterior, la sal no siempre debe ser eliminada en la dieta de los deportistas, pues tiene diversas funciones, contribuye a equilibrar líquidos en el cuerpo, es un transmisor de impulsos nerviosos, regula el ritmo del músculo cardiaco, ayuda a extraer la acidez de las células, permite la absorción de nutrientes y evita que se presenten calambres musculares.

Existen diferentes tipos de sales, como las de potasio, de magnesio y de calcio, además de la sal común, o cloruro de sodio, ésta última, se encuentra en conservas, alimentos congelados, embutidos, carnes, queso, leche, pescado, mariscos, huevo y en vegetales como betabel y apio.

Las pérdidas de sudor son muy variables y personalizadas, pero también puede haber pérdidas de sudor de hasta dos litros por hora y eso obviamente va a depender de varios factores, están relacionados con la intensidad y el tipo de ejercicio, incluso el género, ya que hay mayor pérdida de sodio en hombres que en mujeres.

En algunos deportes, la sudoración y pérdida de sales es mayor, como por ejemplo, en disciplinas de resistencia, ciclismo, atletismo, atletismo de fondo, además de los deportes de conjunto como futbol, basquetbol y los que se realizan al aire libre.

Por lo anterior, es importante que los atletas regulen su ingesta de sales con el acompañamiento de un especialista y sobre todo con responsabilidad, ya que todos los excesos traen consecuencias.

Todo exceso y déficit nos va a ocasionar un riesgo a la salud, entonces, tampoco podemos ver al sodio como el malo del cuento. En el sector salud se recomienda disminuir el consumo de sodio, aquí en el deporte, sobre todo de alto rendimiento, si es importante su consumo.