Por: Luis Fernando Meneses

Desde que se supo que el fútbol podría ir más allá del espectáculo y el entretenimiento, grandes conjuntos de todo el mundo vieron bien la idea de armar el mejor equipo que el dinero pudiese lograr, sin embargo, pronto se olvidaron de los jugadores nacionales.

Pronto fueron muchos los que advirtieron sobre las consecuencias de un excesiva importación de jugadores extranjeros en distintas ligas, pero fueron ignorados. Una de las consecuencias de esto fue el partido de ayer entre el Inter de Milán y el Udinese en la Serie A, en el cual ninguno de los 22 jugadores que saltaron a la cancha eran italianos.

Sin duda, esta situación se convirtió en un hecho histórico no sólo en aquel país europeo, sino  en todo el mundo, ya que únicamente dos jugadores con nacionalidad italiana vieron minutos de acción en el encuentro: Danilo D’ambrosio y Giovanni Pasquale, elementos pertenecientes al Inter y Udinese respectivamente.

Los 22 futbolistas que saltaron a la cancha de San Siro al inicio del partido fueron:

Inter de Milán:

  • Samir Handanovic (Eslovenia)
  • Jeison Murillo (Colombia)
  • Miranda (Brasil)
  • Juan Jesus (Brasil)
  • Yuto Nagatomo (Japón)
  • Stevan Jovetic (Montenegro)
  • Felipe Melo (Brasil)
  • Geoffrey Kondogbia (Francia)
  • Mauro Icardi (Argentina)
  • Jonathan Biabiany (Francia)
  • Marcelo Brozovic (Croacia)

Udinese:

  • Orestis Karnezis (Grecia)
  • Danilo (Brasil)
  • Felipe (Brasil)
  • Molla Wague (Mali)
  • Bruno (Portugal)
  • Emmanuel Badu (Ghana)
  • Zdravko Kuzmanovic (Suiza)
  • Edenilson (Brasil)
  • Silvan Widmer (Suiza)
  • Cyril Thereau (Francia)
  • Duvan Zapata (Colombia)

Esta situación no alarma solo al fútbol italiano, sino en general al fútbol mundial, pues cada vez se impulsan menos a los talentos  nacionales y al parecer, las escuelas y filiales de los clubes ya no son de gran utilidad.