• El año de 1994, puede ser considerado uno de los más importantes para la lucha libre mexicana. Esto principalmente a la expansión que AAA, comandada por Antonio Peña, estaba teniendo en los Estados Unidos.

Por: Marcelo Moreno/

El año de 1994, puede ser considerado uno de los más importantes para la lucha libre mexicana. Esto principalmente a la expansión que AAA, comandada por Antonio Peña, estaba teniendo en los Estados Unidos, además de las alianzas con empresas japonesas y figuras de talla mundial que luchaban para la empresa. Pero su virtud principal residía en el talento hecho en México, que tenía la empresa, mucho del cual había sido diseñado por el propio Antonio Peña, desde sus tiempos en la Empresa Mexicana de Lucha Libre (gente como Octagón o el mismo Love Machine a quien Peña enmascaró y desarrolló tanto como técnico y rudo, otros que se habían forjado de manera independiente, pero que en manos de Antonio Peña, habían tenido un resurgimiento ( como Hijo del Santo y Eddie Guerrero).

Así Antonio Peña, le dio continuidad a las rivalidades, que se habían gestado desde tiempo atrás (Dinamitas vs Perro Aguayo y Konnan, por ejemplo), mientras se gestaban otras como la que hoy nos atiene: los Gringos Locos (Love Machine y Eddie Guerrero) contra Hijo del Santo y Octagón.

Desde que Eddie Guerrero comenzó a luchar junto a Art Bar (Love Machine en México, The Juicer en WCW), causaron impacto por su dominio del arte luchístico, así que Antonio Peña, no lo desaprovechó y los usó como rudos principales, dando un relevo básico de los Hermanos Dinamita para enfrentar a las nuevas figuras de la empresa. Los Gringos Locos, como fueron bautizados, impactaron tanto que consiguieron el reconocimiento a nivel global, no solo luchando para Triple A, sino también en diferentes empresas del circuito independiente estadounidense y teniendo, incluso algunas giras con la empresa de New Japan Pro Wrestling.

A la par, Octagón e Hijo del Santo, pasaban por uno de los mejores momentos de sus carreras, tanto de manera individual y como mancuerna. Hijo del Santo había formado parte del equipo, que le había quitado el invicto, a los originales payasos diabólicos de la Triple A (Coco Rojo, Coco Azul y Coco Amarillo), Octagón por su parte, había conquistado una vez más el Campeonato Nacional de Peso Medio y en conjunto le habían ganado a los propios Gringos Locos el vacante Campeonato Mundial de Parejas IWC, al derrotar a los mismos gladiadores en noviembre de 1993.