• Ahora, a poco más de tres meses de distancia de la cita deportiva, Olivas Núñez, quien podría tener actividad el próximo mes en España, para afianzar su preparación, reconoció que no es momento de caer en estado de confianza.

Por: Redacción/

Uno de los deportistas mexicanos que se abre paso en la marcha, es Andrés Eduardo Olivas Núñez, quien con 22 años, sostiene una intensa preparación con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 en la mente, pues el mes pasado, en “Dudinska 50”, evento en Eslovaquia, alcanzó un tiempo de 1:19:54, por debajo del 1:21:00 que pide la World Athletics, es decir, un registro que cumple el requisito para estar en la justa de Japón, pero sigue a la espera de la clasificación oficial.

El andarín continúa su preparación en su natal Chihuahua; compartió a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE), que agradece el no haber encarado contratiempos en la justa realizada en el poblado de Dudince. “El trabajo estaba hecho con muy buenas sensaciones, no hubo ninguna lesión y los entrenamientos salieron como los planeamos; el resultado tenía que salir”.

En la carrera eslovaca, el mexicano se llevó además la medalla de oro, un logro que lo dejó satisfecho. “Pensaba solo en hacer la marca, pero no me esperaba el lugar”.

“Me siento muy contento con el trabajo que se vino haciendo. Fue una preparación bastante larga y pesada, pero a final de cuentas valió mucho la pena y se dio el resultado que esperábamos, estuvimos trabajando a conciencia de hacer la marca en esa competencia, traíamos la idea de que tenía que salir así para prepararnos mejor para futuras competencias; cuando estaba ahí vi la oportunidad y dije ‘sí puedo ganar y vamos a echarle ganas’, me cayó muy bien”, dijo.

Ahora, a poco más de tres meses de distancia de la cita deportiva, Olivas Núñez, quien podría tener actividad el próximo mes en España, para afianzar su preparación, reconoció que no es momento de caer en estado de confianza, porque a pesar de haber registrado un buen tiempo en su categoría, es importante mantenerse entrenando y en forma, con miras a conseguir un óptimo resultado en la capital japonesa y cerrar ‘con broche de oro’ un atípico ciclo olímpico.

“No podemos bajar la guardia, fue una buena marca, pero el proceso sigue para cuidarla. Para mí, en lugar de caer en un estado de confort, al contrario, me sirvió como mucha motivación de saber que estamos haciendo las cosas bien y más que ganas de descansar, tengo muchas ganas de seguir entrenando”, aseguró.

No obstante, reconoció que la duda y el nerviosismo estuvieron presentes, al haber transcurrido año y medio sin competir debido a la pandemia del covid-19, ya que su última actividad oficial fue en los Juegos Panamericanos Lima 2019, donde culminó en sexto lugar y previamente también participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, donde finalmente obtuvo la medalla de bronce, presea que le fue ratificada tres meses después del evento tras darse a conocer cinco casos de atletas con resultados analíticos adversos.

“Veníamos de un año y medio sin ninguna competencia por la pandemia y esto me cayó como motivación extra, se estaban haciendo las cosas bien y estamos listos, vamos a seguir trabajando, antes que nada, concentrados.

“El entrenador hizo un programa muy padre a mucha conciencia y paciencia, sin competencias era difícil mantenernos motivados, pensar para qué estábamos entrenando, pero siempre hay que tener la cabeza ocupada en el objetivo y el objetivo era, desde que inicio el ciclo olímpico, calificar a los Juegos y seguimos con esa idea, gracias a Dios se pudo lograr”, comentó.

La nueva camada de atletas

En Dudince, México tuvo una protagónica actuación, pues cuatro marchistas nacionales (Horacio Nava, Andrés Olivas, Noel Chama y Valeria Ortuño) dieron la marca para los Juegos Olímpicos, mientras que dos (Ilse Guerrero y Alegna González) ratificaron sus tiempos rumbo al magno evento, por lo que el andarín reconoció que nuestro país tiene altas posibilidades de dar resultados sobresalientes y seguir los pasos de destacados marchistas olímpicos.

“Me sentí feliz y orgulloso de que a mis compañeros también les fue bien, eso vuelve a decir que es una buena camada la que viene de atletas mexicanos en la marcha donde podemos empezar a tener resultados sobresalientes como antes, que destaquemos. Las mujeres hicieron el 1-2-3 con marca, nosotros el 1-2 con marca también y Horacio Nava en los 50 km destacó, estamos hablando de que seis mexicanos cumplieron en un mismo evento internacional”, destacó.

Horacio Nava, una fuente de inspiración

Desde los 14 años que el joven marchista se ha desarrollado en el deporte, uno de sus principales referentes ha sido el experimentado marchista Horacio Nava, con quien ahora, compartir entrenamientos y charlas, ha incrementado sus ganas y ánimo de seguir sus pasos y dejar su nombre grabado en la historia del atletismo mexicano.

“Horacio Nava fue una inspiración muy grande, él vive muy cerca de donde vive mi mamá y ahí fue donde lo conocí, me acerqué a él y se dio la amistad, gracias a Dios seguimos unidos y ahora que entrenamos juntos es una motivación muy grande porque me aporta su experiencia y consejos, es una inspiración porque es un atleta que va por sus cuartos Juegos Olímpicos y para mí, es un impulso para cumplir mis sueños también”, comentó.

“Ir a los Juegos significa cumplir con mi sueño de niño, cualquier atleta que llega al deporte sueña con llegar ahí, ha sido un ciclo olímpico donde he estado en Centroamericanos y Panamericanos, eso representa un logro muy grande para mí, pero lo ideal y lo que siempre he soñado es ir a competir a los Olímpicos, no solo por un buen lugar sino por qué no soñar con una medalla”, puntualizó.