• La velerista olímpica comparte a CONADE la responsabilidad de ser un ejemplo para las nuevas generaciones.

Por: Redacción/

Desde que era una niña, la vela ha estado presente en la vida de Elena Oetling Ramírez, con la que creció y se desarrolló viendo competir a importantes mujeres atletas, tanto de su disciplina como de otras, de donde adoptó inspiración y que contribuyó a que actualmente se sitúe como un referente del deporte náutico en nuestro país.

“Crecí viendo a Tania Elías Calles ser de las mejores del mundo y eso me inspiró mucho; me gustaba el tenis, a Serena Williams y María Sharapova las visualizaba como mujeres fuertes, capaces, rompiendo barreras con éxitos; en el olimpismo, las medallas de Soraya Jiménez y Ana Gabriela Guevara me inspiraron cuando fueron mis inicios en el deporte, creer que un día yo lograría llegar ahí”, compartió en entrevista con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).

En el marco del Día Internacional de la Mujer, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) conmemoran desde 1975 y que para este año, instauraron el lema: “Igualdad de género hoy para un mañana sostenible”, la jalisciense olímpica, destacó, que ahora que se encuentra del lado deportivo, en el que un día soñó consolidarse, desea ser la fuente de inspiración de otras niñas, que su trabajo y trayectoria las incentiven a perseguir sus sueños, “es un compromiso”, aseguró.

“Es una gran responsabilidad saber que me vean como un ejemplo porque siempre he creído que si aunque sea puedo inspirar, a una sola persona a que luche y vaya a perseguir sus sueños todo valió la pena, poder inspirar a que logren, busquen e intenten, por eso nosotras, que estamos de este lado del deporte, es un compromiso que tomo con gusto y que disfruto, soy afortunada de tenerla porque pocos lo tenemos, ser un ejemplo e inspirar”, externó.

“Una mujer atleta es sinónimo de fortaleza”

Elena Oetling compartió a la CONADE que es un trabajo en conjunto, como sociedad, el quitar estereotipos que encasillen a las mujeres, pues en lugar de hacer comparaciones entre hombres y mujeres, es importante realizar sinergia y reconocer que cada sexo tiene sus propias capacidades y habilidades.

“Ser una mujer atleta es sinónimo de la fortaleza, que tenemos y exaltamos, que somos independientes, fuertes, pero no solo de músculos o físicamente, sino es hablar de fortaleza interna que tenemos e ir en busca de romper los estereotipos, en conjunto, de que somos débiles, que no podemos o que hay deportes que no están hechos para nosotras”, comentó.

“Es importante destacar que no somos menos o débiles, simplemente somos diferentes y cada uno tiene sus propias habilidades y capacidades, el ser atleta es una representación de eso, de todo lo que poder llegar a hacer y lograr”, puntualizó.